Max, el asesor de los Comuns a 4.000 al mes que también está en el barco con Ada Colau
Cahner condena 'el peor genocidio de nuestro tiempo' mientras se ausenta de su trabajo
Ada Colau anunció recientemente que ponía rumbo a Turquía para enrolarse en la flotilla de la libertad que reparte ayuda humanitaria en el cinturón de Gaza. La exalcaldesa de Barcelona se subió a la flota junto a otros dirigentes morados como Jaume Asens y Martina Velarde. Junto a ellos está Max Cahner, cargo en el ayuntamiento de Barcelona durante el mandato de Ada Colau y actual asesor en la Diputación.
Cahner fue nombrado miembro de la ejecutiva de los Comunes en noviembre, junto a Janet Sanz y otros dirigentes del partido. Este politólogo y cooperante relevó a la anterior asesora de Barcelona en Común, un cargo gratificado con un sueldo de 4.091,99 euros al mes. Sin embargo, el asesor ha dejado temporalmente su cargo para sumarse a la aventura de Ada Colau y Jaume Asens, en la flota humanitaria del Próximo Oriente.
Max se ha grabado en el barco horas antes de partir hacia Gaza, donde según ha dicho, “están sufriendo el peor genocidio de nuestros tiempos”. También ha denunciado “presiones occidentales” para que no se pueda llevar a cabo la misión, pero ha dejado claro que “estamos comprometidos a ir a Gaza para denunciar el asedio”. Los comentarios a su vídeo no tienen desperdicio, con observaciones como “activistas de cuatro mil euros al mes”.
Quién es Max Cahner
Max Cahner fue consejero del distrito de Sarrià-Sant Gervasi durante el último mandato de Ada Colau. En noviembre fue nombrado asesor de Barcelona en Comú tras la destitución de Eva Abril, en pleno proceso de renovación de la ejecutiva del partido. Encumbraba así su carrera política, antes de subirse a la flotilla de la libertad junto a su jefa Ada Colau y otros significados comunes como Jaume Asens.
Lo de la política a Cahner le viene de familia, ya que su padre fue conseller de Cultura con Jordi Pujol allá por los años ochenta. Su hijo, politólogo, demógrafo, cooperante y consultor en políticas públicas, ha seguido un camino político bien distinto. Pese a venir de una familia convergente, se interesó desde bien temprano por las luchas sociales y la cooperación, lo cual le ha llevado a hacer carrera en los comunes y no le ha ido nada mal.
En diciembre de 2021, poco después de ascender a consejero de distrito, el ayuntamiento compró un local de su propiedad por unos 245.000 euros. Junts llevó el caso al comité ético municipal, al considerar que podría haber un trato de favor que vulneraría los códigos en el procedimiento. Cuando el caso saltó a los medios, Cahner renunció a la venta del local para zanjar la polémica y evitar un problema a su partido.
Activistas y asesores a sueldo del erario público
Ada Colau ya ha sido muy criticada por buscar protagonismo con la flotilla propalestina justo ahora que el PSC y ERC no le dan bola en Barcelona. La exalcaldesa de Barcelona, a quien acusan de estar detrás del no a los presupuestos y la caída del Govern, busca ahora una nueva aventura fuera de Barcelona. Eso la mantendrá alejada de la campaña electoral de los comunes, cuyo peso llevará casi en solitario Jessica Albiach.
En todo caso, el ejemplo de Max Cahner ilustra el drama de la política catalana trufada de cargos públicos y asesores más dedicados al activismo que a su trabajo. Es el caso paradigmático de Ruben Wagensberg, que sigue cobrando del Parlament pese a llevar meses fugado en Suiza. Cahner seguirá cobrando como asesor en el ayuntamiento de Barcelona pese a no poder hacer su trabajo porque el activismo se lo impide.
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