El desafortunado tuit con Vox y la discapacidad intelectual que causa indignación

Si algo caracteriza a la izquierda y al separatismo es su superioridad moral, la sensación de estar siempre por encima del bien y del mal. Por eso sorprende cuando, más a menudo de lo que parece, se olvida de sus códigos éticos al atacar a sus adversarios políticos. El odio hacia Vox es tan grande que justifica cualquier bajeza moral, lo cual trasladado a la jungla de las redes sociales implica cruzar todas las líneas rojas.

En las últimas horas está circulando un desagradable tuit que a muchos les ha ha hecho gracia pero que también ha causado gran indignación. Ayer se celebró la Diada de Sant Jordi en Cataluña, y es tradición que los partidos políticos compartan espacio con librerías, editoriales y entidades. Una usuaria de Twitter que responde al nombre de Carmen Sebastià ha colgado con segundas la foto de una carpa de Vox al lado de la Fundació pel suport de la discapacitat intel·lectual. 

“Premio al distribuidor de paraditas”, dice el mensaje que acompaña a la foto, vinculando así a Vox con la discapacidad intelectual. La publicación ha tenido un gran impacto y acumula varios comentarios jaleando la desagradable burla hacia el partido de Ignacio Garriga. Como por ejemplo un usuario que afirma “qué vergüenza, la fundación de apoyo a la discapacidad no merece ser comparada con los de Vox”.

Se burlan de los discapacitados, y las redes responden

Pero los autores de esta gracieta se han llevado también muchas reprimendas, por jugar con una cosa tan seria como la discapacidad intelectual. “Yo no sé como no se os cae la cara de vergüenza de decir este tipo de cosas, la verdad, os sentiréis los más guays del insti mientras os seguís burlando de los discapacitados”. Hay quien habla de tuit “mediocre” y le dicen al autor que “aún estás a tiempo de borrarlo” y que “todos nos equivocamos”.

“Lamentable”, “desafortunado” o “qué publicación tan poco acertada” son otros comentarios que reflejan el malestar por semejante comparación. Sin embargo, en Cataluña hay espacios políticos que miran a los demás por encima del hombro y se sienten impunes para reírse de todo cruzando las líneas que sean necesarias. Son los mismos, sin embargo, que tienen la piel muy fina cuando se ríen de ellos y cuelgan la etiqueta de fascista por mucho menos de lo que muestra este tuit.