Marine Le Pen, camino a un triunfo histórico en Francia
Las elecciones europeas pueden ser el trampolín de Agrupación Nacional hacia el Elíseo
Las elecciones europeas del próximo domingo 9 de junio pueden representar un punto de inflexión en la política francesa. El partido de Marine Le Pen, Agrupación Nacional, va lanzado en las encuestas y podría incluso superar el umbral del 30% de los votos. Una victoria contundente culminaría el proceso de normalización de la extrema derecha en Francia, como paso previo al asalto al Elíseo en las presidenciales de 2027.
Atrás han quedado los tiempos en los que el Frente Nacional de Jean-Marie Le Pen era visto como una anomalía en la política y la sociedad francesa. Su conexión con el fascismo francés le impedía convertirse en un partido de masas, y su participación en política se veía impedida por el cordón sanitario. Hasta que en 2002, para sorpresa de todos, se plantó en la segunda vuelta de las presidenciales poniendo patas arriba la política francesa.
Bajo la batuta de su hija Marine, el partido inició la senda de la normalización en la política francesa y el crecimiento hacia un movimiento de masas. En 2014 ganó las europeas por un pequeño margen y en 2019 repitió resultados en torno al 24%. La crisis de los partidos tradicionales a derecha e izquierda, el agotamiento de Macron y el contexto social favorable permiten ahora a Marine Le Pen soñar con un triunfo histórico.
El éxito de Marine Le Pen
El éxito de Marine Le Pen ha sido convertir un partido estigmatizado en un movimiento de salvación nacional con una forma institucional y un contenido digerible. La extrema derecha francesa se ha reconvertido en un nacionalpopulismo que aprovecha la crisis nacional para ofrecer un programa de protección a la clase media empobrecida. Allí donde la izquierda ya no llega, Agrupación Nacional propone atajar de raíz el problema migratorio, restaurar el orden y la seguridad, y relanzar la economía atendiendo a los sectores estratégicos y los recursos nacionales.
Esto explica que el partido de Le Pen haya ganado dos elecciones europeas seguridad, que consiguiera el 42% de los votos en la segunda vuelta de las presidenciales de 2022, y que sea el primer grupo de la oposición en el parlamento. Además, controlan varios ayuntamientos y según las encuestas de opinión los franceses ya no les ven como un peligro. Pero para completar su consolidación necesitan la joya de la corona, El Elíseo, que situaría a Francia como líder de la nueva derecha europea incluso por delante de Meloni.
De hecho, son muchos quienes ven en Giorgia Meloni la frustración de las aspiraciones de representar un contrapoder frente a las élites europeas. Tampoco seduce el proyecto del Alternative für Deutschland alemán, que ha sido repudiado por los principales líderes de la extrema derecha por sus posicionamientos demasiado radicales. A medio camino entre Meloni y AfD se encuentra Le Pen, que parece haber sabido encontrar mejor que nadie la fórmula para combinar el proteccionismo económico con las libertades individuales y el combate contra el islamismo y el globalismo.
Jordan Bardella, la nueva sensación
Mientras Marine Le Pen aguarda paciente su momento, que serán las presidenciales de 2027, el partido ha puesto en la primera línea a la gran sensación del momento. Se trata de Jordan Bardella, un joven de 28 años procedente de los barrios empobrecidos sometidos a la inseguridad y la inmigración masiva. Sus orígenes humildes ayudan a romper con el elitismo de Marine Le Pen, a quien muchos franceses siguen viendo como una parte más del establishment político francés.
Si a Le Pen hay que darle el mérito de haber convertido el Frente Nacional en una opción de gobierno, el posible éxito del domingo habrá que atribuirlo al fenómeno Bardella. Los conservadores franceses sueñan ahora con un futuro con Marine Le Pen de presidenta y Jordan Bardella de primer ministro, además de una sólida posición en la Eurocámara para liderar el desafío antiglobalización de la nueva derecha en Bruselas. En todo caso, Bardella es la demostración de que la nueva derecha está arrasando en unos barrios humildes abandonados por la izquierda islamófila y globalista.
Queda mucho para 2027, pero si en algo coinciden los analistas franceses es que Agrupación Nacional ha llegado para quedarse. Sobre todo, porque los problemas que han propiciado su auge no solo no desaparecerán en los próximos años sino que tenderán a empeorar aún más. Habrá que estar muy atentos a los resultados de este domingo en Francia, porque hay en juego mucho más que unas simples elecciones europeas.
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