La ministra de Sanidad, Mónica García, durante una rueda de prensa posterior a la reunión del Consejo de Ministros, a 14 de mayo de 2024, en Madrid (España)
POLÍTICA

La última ocurrencia del Gobierno: menos medicamentos y más 'afiliarse a un sindicato'

Hablan de la ‘prescripción social’ como una alternativa a los psicofármacos y a los problemas de salud mental

España tiene un problema creciente con la salud mental. Los datos muestran que cada vez hay mayores índices de enfermedades mentales como la depresión o la ansiedad. De hecho, la Organización Mundial de la Salud (OMS) ya ha advertido de que la depresión es y será la primera causa de baja laboral.

Esto lleva a que las autoridades sanitarias hagan planes específicos para la salud mental. En España, de esto se encarga la Comisión de Salud Mental, dependiente del Ministerio de Sanidad y de Mónica García (Sumar). La responsable de esta comisión, Belén González, médico psiquiatra, compareció este jueves ante la Comisión de Sanidad del Congreso de los Diputados y algunas de sus propuestas han llamado bastante la atención.

Fármacos, problemas sociales y listas de espera

El núcleo de sus propuestas consiste en reducir el uso de fármacos, lo que se conoce como “deprescripción”. Lo relevante es que, al mismo tiempo que se reducirá el uso de psicofármacos, se impulsará la “prescripción social como alternativa”. Y es aquí donde entran algunas propuestas curiosas.

“Se trata de poder prescribir, por ejemplo, grupos de deporte en lugar de rubifén, asociaciones feministas en lugar de sertralina, o un sindicato en lugar de lorazepam”, explicó Belén González. "Está recomendada por la Organización Mundial de la Salud, y, la intención del ministerio es hacer que sea más frecuente y más eficaz, coordinando con los agentes sociales, los servicios sociales, los barrios y los ayuntamientos para que se lleve a cabo.

También hace responsable a la “medicalización de los problemas sociales” de las largas listas de espera. Según explicó, dar una solución farmacológica a problemas sociales redunda en una mayor demanda del sistema sanitario y, por ende, en mayores listas de espera.

De la misma manera, este plan de salud mental contempla también el análisis de los efectos negativos del trabajo. “El trabajo cada vez es más difícil, más intenso, más rápido y más precario. Y cada vez hace más daño. Es una responsabilidad como Gobierno que tomemos cartas en un asunto que ya es un problema de salud pública”, destacó la ponente.

➡️ Política

Más noticias: