Mariachis, carteles y muñecos: Todo lo que hizo ERC contra los suyos y otros partidos
El partido contaba con una estructura B de agitación y propaganda que empleaba la guerra sucia
Según acaba de revelar RAC1, el muñeco con la cara de Oriol Junqueras colgado en su pueblo, Sant Vicenç dels Horts, también salió de dentro de ERC. Una nueva información que mancha aún más la imagen del partido, muy deteriorada desde que trascendió su implicación en los carteles del alzheimer y los hermanos Maragall. A raíz de la polémica se confirmó la existencia de una estructura paralela de agitación y propaganda para perjudicar a otros partidos y llevar a cabo ataques de falsa bandera.
Aunque ERC llevaba años empleando la guerra sucia, la revelación del escándalo de los carteles ha sido el detonante para que ahora todo salga a la luz. Cada nueva información deja un poco más tocada a la formación, y a la dirección más acorralada. Todas las miradas se dirigen a Oriol Junqueras y Marta Rovira, el tándem que ha dirigido la organización con mano de hierro esta última década y a quienes ahora piden responsabilidades.
Cómo funcionaba la estructura
El diario Ara reveló la existencia de una estructura paralela que funcionaba a la sombra de los responsables de comunicación para hacer campañas de falsa bandera y emplear la guerra sucia contra sus competidores. Marta Rovira lo negó y anunció la creación de una auditoría interna para esclarecer responsabilidades.
Pero nuevas informaciones han confirmado que esta estructura no solo existía sino que se financiaba irregularmente con facturas sin justificar de la empresa de marketing Relevance, afín a la formación republicana. La unidad B facturó 70.000 euros en los últimos dos años, 15.000 de los cuales se destinaron a pagar la operación de los carteles del alzheimer. Para rizar aún más el rizo, el director general de Relevance pidió a ERC que comenzaran a justificar las facturas con informes inventados.
Mariachis en la sede de Junts
El 29 de octubre de 2022, Junts celebró una reunión de alto calado para decidir si rompía el gobierno de coalición con ERC en Cataluña. Durante el encuentro aparecieron unos mariachis en la sede del partido en el Paseo Bofill de Barcelona. Durante mucho tiempo se especuló quién los había mandado, y solo tras destaparse el caso de los carteles del alzheimer Sergi Sabrià reconoció que había sido ERC.
Aun así, el viceconsejero de Estrategia y Comunicación atribuyó este hecho a una campaña desafortunada y lo desligó del escándalo de los carteles del alzheimer.
Billetes de 'Laura Borràs corrupta'
Con la guerra ERC-Junts ya en la cúspide, Laura Borràs acudió a declarar por corrupción en el Tribunal Superior de Justicia de Cataluña en febrero de 2023. La dirigente de Junts recibió el calor habitual de la claca independentista, pero también vio como un espontáneo lanzaba billetes de 200 euros con el mensaje “Laura Borràs corrupta”. Ahora se ha sabido que también fue una acción orquestada por los muchachos de la unidad B de ERC.
Cartel del beso de Collboni i Trias
Por aquellas mismas fechas apareció un cartel advirtiendo del acercamiento entre el PSC y Junts en Barcelona, a las puertas de las elecciones municipales. En el cartel aparecían Jaume Collboni y Xavier Trias dándose un beso, con el mensaje “Estima la sociovergencia. Que lo que ha unido la Diputació de Barcelona no lo separe el ayuntamiento”. La campaña llevaba la firma de una supuesta organización llamada Junts De Debò, pero Junts se desmarcó y lo atribuyó a los nervios de sus oponentes ante las encuestas favorables a Trias.
Después se ha sabido que la campaña fue orquestada por ERC, que se hizo pasar por una corriente interna de Junts de izquierdas para boicotear un pacto con el PSC en el ayuntamiento.
Free Junqueras y sardinas en el tren
Esta unidad estuvo también detrás de campañas como la inundación de carteles por toda Cataluña con el lema Free Junqueras. O la protesta con la que una docena de activistas subieron al tren disfrazados de sardinas para denunciar el déficit de financiación del Estado en el servicio de Rodalies. La campaña fue diseñada e impulsada desde ERC en el momento en el que incluía el traspaso de Rodalies en su lista de prioridades en la negociación con el PSOE.
Además, la estructura paralela de ERC impulsó y promocionó numerosas campañas con perfiles falsos en internet para desgastar a sus rivales y relanzar sus maltrechas perspectivas electorales.
Los carteles del alzheimer
La estructura paralela de agitprop de ERC no se limitó a hacer guerra sucia contra sus oponentes. También llevó a cabo desagradables campañas contra sus propios dirigentes para sacar rédito electoral, lo que se conoce popularmente como ataques de falsa bandera. Esquerra utilizaba así militantes de base para llevar a cabo campañas contra sus propios dirigentes para luego acusar a sus rivales de estos ataques.
El caso más desagradable fue el de los carteles ofensivos con el alzheimer y los hermanos Pasqual y Ernest Maragall. ERC culpó a sus contrincantes de guerra sucia, pero luego se ha sabido que pagó a tres jóvenes para que colgaran los carteles y luego intentó comprar su silencio.
El muñeco de Junqueras
Con el escándalo de los carteles del alzheimer en la cúspide, ahora se ha sabido que ERC también colgó el muñeco con la cara de Junqueras en Sant Vicenç dels Horts. La acción se llevó a cabo desde dentro del propio partido justo antes de las elecciones europeas de 2019, en las que Junqueras encabezaba la candidatura republicana.
Varios dirigentes pusieron el grito en el cielo por aquella acción. El más contundente fue Gabriel Rufián, que denunció el muñeco "en la calle por la que cada día pasan sus hijos cuando van a la escuela". Curiosamente, Rufián aún no se ha pronunciado sobre el escándalo que relaciona a su partido con una estructura B dedicada a la guerra sucia.
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