Feijóo cava su propia tumba
Su última ocurrencia aumenta el malestar entre sus filas
Malestar en el Partido Popular por la última ocurrencia de Alberto Núñez Feijóo. El líder de los populares ha propuesto “buscar un encaje del problema territorial de Cataluña” sin la amnistía y el referéndum. Dirigentes de su partido se muestran contrariados por el uso de un lenguaje típicamente nacionalista.
La polémica no tendría más recorrido si no fuera por las últimas salidas de tono del candidato popular a la presidencia. Fue el propio Feijóo quien abrió la puerta de la negociación con Puigdemont. Y fue él también quien reivindicó la “identidad” entre catalanes, vascos y gallegos.
Todo ello le ha valió el apelativo de “nacionalista gallego” por parte de los sectores más duros de la derecha. En su partido cada vez hay más dudas de que sea la persona ideal para llevar el timón en estos delicados momentos. En la sombra sigue estando Isabel Díaz Ayuso, quien sí ha sido implacable con los planes de Puigdemont.
Errores tácticos y comunicativos
La intención de Alberto Nuñez Feijóo era presentar un plan alternativo al del PSOE y Junts para solucionar el conflicto en Cataluña. Pero su utilización de la palabra “encaje” no ha sentado bien dentro del propio PP. Creen que el “encaje” ya está definido en la Constitución y que no hay que tocar nada.
El propio Feijóo ha tenido que salir al paso de las críticas. Asegura que utilizó la palabra “encaje” a conciencia para contrarrestar el relato de los independentistas, y ha supeditado cualquier reforma a la igualdad entre territorios. Su propuesta consiste en un pacto de Estado entre PP y PSOE, “siempre dentro de la legalidad”.
Pero el propio hecho de que tenga que salir a defenderse ya muestra una línea errática en un momento que exige la máxima firmeza. Esto es lo que genera dudas en el PP, donde señalan “errores tácticos y comunicativos”. Feijóo puede haber cavado su propia tumba.
Al gallego se le agota el crédito
Si hasta hace poco Feijóo era el candidato indiscutible del PP para combatir al sanchismo, ahora su figura es puesta en duda. De hecho, amplios sectores del partido dan por hecho que el experimento Feijóo tiene fecha de caducidad.
Lo más que probable es que Pedro Sánchez consiga el apoyo de Junts y salga investido. En este caso, el partido mantendrá a Feijóo como líder de la oposición con la misión de hacer descarrilar la legislatura e intentar la mayoría absoluta en unas nuevas elecciones. Pero si el Gobierno Frankenstein se alarga y la oposición se desgasta, la impaciencia en el PP crecerá y se precipitará la operación Ayuso.
Consciente de su debilidad, Feijóo convocó esta semana una junta directiva para reafirmar el apoyo de los barones a su estrategia. El cónclave hizo relucir la crisis abierta entre la dirección nacional y el PP catalán. Un cisma provocado precisamente por la oposición de Alejandro Fernández al coqueteo de Feijóo con el independentismo.
¿Hacia dónde va Feijóo?
Los críticos con Feijóo señalan que no tiene un rumbo claro en un momento crucial para el futuro de España. Dirigentes populares señalan que estamos ante un proceso constituyente velado. La izquierda, los nacionalistas y los independentistas se han puesto de acuerdo para liquidar el régimen constitucional, y el PP no tiene un proyecto claro.
Los críticos creen que Feijóo debe decidir si fortalecer su alianza con Vox y plantear la batalla al “sanchismo” desde la política de bloques, o buscar un gran pacto con el PSOE y sacudirse la hipoteca de los extremos. El problema es que Feijóo ha sellado su entendimiento con Vox, mientras busca desesperadamente el apoyo del PSOE a su investidura. Y las dos cosas a la vez no pueden ser.
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