Pere Aragonès, abucheado en el inicio del curso escolar en Cataluña

Este miércoles era el primer día del nuevo curso escolar en Cataluña. Pere Aragonès no se lo quiso perder y visitó un colegio. Para los despistados, lo hizo en calidad de presidente de la Generalitat y no como alumno. El caso es que su visita a la escuela Mercè Rodoreda de Nou Barris, Barcelona, fue más accidentada de lo que tenía previsto.

Y es que el primer día de colegio en Cataluña coincidió con una nueva jornada de huelga por parte de profesores y docentes. Los sindicatos USTEC, Intersindical y CGT prepararon paros y protestas para pedir varias cosas. Entre las exigencias hay, por ejemplo, que se reviertan los recortes en educación, reducciones de jornadas para mayores de 55 años o mejoras salariales para profesores de Formación Profesional.

Gritos y abucheos contra Pere Aragonès y Anna Simó

En dicho colegio, varias decenas de profesores abuchearon e increparon a Pere Aragonès, así como a la consellera de Educació, Anna Simó. De hecho, Simó incluso intentó hablar con ellos y hasta les deseo “una buena huelga”, como si la protesta no estuviera dirigida contra ella. Son de esas cosas que solamente pueden pasar en Cataluña. Como cuando los partidos procesistas defienden la amnistía por gente que tiene causas pendientes en las que la propia Generalitat está como acusación particular.

Volviendo a la protesta contra el president del Govern, el caso es que Pere Aragonès y Anna Simó hicieron aquello de ir a por lana y salir trasquilado. Su visita al colegio Mercè Rodoreda de Nou Barris fue de todo menos plácida. Y eso que la huelga de este miércoles fue, seguramente, una de las huelgas con menos seguimiento de los últimos años en el sector.

Según datos de la propia Conselleria d’Educació, el seguimiento de la huelga de este miércoles no llegó ni al 1%, quedándose en el 0,99%. Por otro lado, los sindicatos fijaron en un 10% el seguimiento de la misma. En cualquier caso, se trata de una protesta que no llegó a ser demasiado multitudinaria, pero que sirvió para amargar a Pere Aragonès y Anna Simó el acto de bienvenida al nuevo curso escolar.