El lugar de Cataluña donde ha crecido la inseguridad: los comerciantes no pueden más
Una oleada de incidentes ha provocado un estallido social en La Seu d'Urgell
El aumento de la delincuencia en Cataluña ha tenido como escenario grandes ciudades como Barcelona, Lérida, Tarragona y Manresa. Aunque la inseguridad ha golpeado también pueblos y ciudades pequeñas como Tortosa, Olot, Molins de Rei y Calella. Otro pequeño municipio situado en el Pirineo catalán, La Seu d’Urgell, es precisamente el escenario de una oleada de delitos que tiene a vecinos y comerciantes preocupados.
El caso ha salido a la luz por las reiteradas peticiones de Junts en el ayuntamiento de una comisión de seguridad. La última esta misma semana, cuando el concejal Jordi Fàbrega se refirió a los últimos incidentes de violencia e inseguridad vividos en La Seu. “La seguridad es demasiado importante como para no afrontarlo entre todos”, alegó después de haber recibido la callada por respuesta.
El municipio, gobernado por una plataforma progresista (Compromís) próxima al PSC, está siendo objeto de ataques violentos a comercios. Después de una temporada de relativa tranquilidad, los incidentes que atemorizaron a los comerciantes a principios de año ahora vuelven a reproducirse. La asociación de tenderos mostró su preocupación ante la situación, y ante el hecho de que cada vez ven menos presencia policial.
Ocurre en muchas otras ciudades
Según refleja la prensa local, un local del centro fue objeto de un violento altercado que el mismo propietario relató en las redes sociales: "Un grupo de unas diez personas irrumpieron en mi terraza lanzando mesas y sillas, mientras el delincuente buscaba refugio en mi local lleno de clientes". Según su relato, la presencia policial logró calmar los ánimos pero poco después volvieron los albortadores.
El comerciante lanza un mensaje que hace suyo el resto del gremio, y que tiene que ver con la seguridad: "La seguridad es fundamental, y todos merecemos vivir y trabajar en un entorno donde podamos disfrutar de la tranquilidad y la convivencia".
Comerciantes y oposición coinciden en señalar la pasividad de las autoridades locales. Una tolerancia con la delincuencia que ha venido siendo tónica general no solo en esta, sino en muchas otras ciudades catalanas estos últimos años. Solo el repunte de la violencia y la denuncia cada vez más masiva de esta realidad ha hecho reaccionar a los gobernantes en Cataluña y cambiar el paradigma de la seguridad.
Así es como la seguridad se ha convertido en la principal preocupación de los catalanes y un tema de urgencia para el nuevo gobierno catalán. Un tema que afecta a cada vez más pueblos y ciudades, comprometiendo la convivencia de vecinos y comerciantes.
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