Pescadores catalanes trasladando su captura y un montaje de una manifestación a favor de la pesca
POLÍTICA

Los pescadores catalanes dan en el clavo: el ecologismo 'de bolsillo' de Europa

La pesca también dice basta y señala tanto los gobiernos de aquí, como la Unión Europea, atacando una falsa idea de ecologismo que les sirve de excusa para legislar


Los pescadores también dicen basta. Tras contemplar como sus compañeros del sector primario repetían las protestas de toda Europa, este pasado lunes los pescadores de Tarragona hicieron huelga y hasta viajaron a Madrid. Hace mucho tiempo que el malestar con Europa es presente, pero sus protestas habían quedado en un segundo plano.

Desde hace unos días, hay una pancarta que cuelga de los puentes para acceder al Serrallo, el barrio marinero de Tarragona. En ella se puede leer: "Los pescadores, a favor de nuestros hermanos agricultores. Estamos totalmente en contra de la Unión Europea, el Gobierno y los ecologistas. 'Tots uns farts d'olla'. Vergonzoso".

Si una cosa caracteriza a los pescadores es la sinceridad. En la misma línea se manifestaba el lunes el presidente de la Cofradía de Pescadores de Tarragona, Esteve Ortiz, quien asegura que el sector de la pesca catalana vive su última generación. Es así, se hace muy difícil saber cuántas barcas saldrán a la mar en 20 años porque en las últimas dos décadas se han perdido la mitad. Y el sector tiene muy claro quiénes son los responsables: la burocracia del sistema, las normas que se imponen desde aquí y las políticas de la Unión Europea.

Montaje de la huelha de agricultores y de pescadores en Cataluña

El "ecologismo de bolsillo de la Unión Europea". Esta es la expresión que usó Ortiz, para quejarse de las políticas aprobadas por la Comisión Europea bajo la excusa de la emergencia climática. Los pescadores no entienden los días de veda, que varían en función de cada barca y que, según ellos, no responden a ningún criterio. El despropósito ha sido tal que ahora las barcas solo salen entre 6 y 8 meses al año, mientras se da vía libre para importar pescado desde países africanos. 

Aquí está la clave: cómo el pretexto de la emergencia climática ha servido a Europa para tratar a los pescadores como delincuentes. Por lo menos, así lo sienten ellos, que no aguantan más las presiones. También, afirman, son atacados desde colectivos ecologistas, y les recuerdan que ellos son "los basureros del mar, porque con las redes recogemos todos los desperdicios". 

La Comisión Europea quiere rebajar más los días de pesca

El pesimismo entre el sector pesquero es absoluto. La voluntad de Europa es reducir aún más los días de pesca y endurecer las condiciones. Aseguran que lo hacen para poder regenerar el ecosistema y sus especies. Sin embargo, muchos pescadores alertan que legislan desde el desconocimiento.

Hace años, por ejemplo, que la pesca del atún está controlada, existe un cupo y a efectos prácticos, los pescadores de arrastre catalanes casi no la pueden capturar. ¿El resultado? La costa catalana está llena de atunes, que devoran la pesca azul en cantidades alarmantes. Esta es una de las reivindicaciones, así como que haya controles de calidad de los productos que se importan de fuera de la UE.

Es evidente que el sector primario señala también al Govern y al Gobierno. Su mayor problema, sin embargo, lo tienen en Bruselas, donde la Comisión Europea ha decidido que pescadores y agricultores son prescindibles. Y lo hacen con el pretexto climático, ecologista, pero de un modo hipócrita. Mientras se permiten cruceros, se acusa a la pesca de contaminar. Mientras nos dicen que quieren proteger especies, se permite importar productos de escasa calidad. 

Que tengan cuidado, en Bruselas. Pocos colectivos me dan más respeto cuando se enfadan que el de la pesca.

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