Dos hombres vestidos con traje azul caminan juntos al aire libre mientras conversan
POLÍTICA

Los catalanes 'pasan' del nuevo acuerdo de financiación

El pacto entre el Gobierno y el Govern genera escepticismo entre los catalanes porque Cataluña seguirá siendo la comunidad con más impuestos de España

Sea porque es verano. Sea porque nadie conoce con exactitud el alcance del acuerdo. Sea porque, como es habitual, cada partido ha intentado vender su relato interesado. Da igual. Sea por el motivo que sea, el acuerdo de financiación para Cataluña alcanzado entre el Gobierno y el Govern ha generado un absoluto escepticismo en la ciudadanía catalana.

El principal motivo es evidente. Todo el mundo sabe que, aunque haya mejoras en la financiación, Cataluña seguirá siendo la comunidad autónoma en la que se pagan más impuestos. Esto seguro que no cambiará. Y, por mucho que digan, una mejora en la financiación tampoco servirá para arreglar una Cataluña que se cae a trozos. Ni mejorará especialmente una sanidad colapsada de forma crónica. Ni mejorará un nivel educativo por los suelos. Ni mejorarán las infraestructuras. Ni la seguridad. Ni la vivienda. Etcétera.

Dos hombres en trajes oscuros conversan sentados en un sofá blanco con banderas de fondo.

Los principales perjudicados, los ciudadanos

Cómo suele ser habitual en estos casos, casi nadie está satisfecho con el nuevo acuerdo. Los socialistas quieren abanderar una centralidad que tiene como objetivo contentar mínimamente a todos, pero que lo único que ha hecho es enfadar a todos. Desde los partidos procesistas ven el acuerdo insuficiente. Desde los constitucionalistas (y especialmente los líderes autonómicos), lo ven como una ruptura del modelo actual que pone en riesgo la financiación de la mayoría de comunidades.

Plano medio de Isabel Díaz Ayuso, vestida de rojo, sentada en un escaño del Senado, sonriendo y mirando a cámara

Y seguramente los dos bandos tienen razón. Unos querrían ser el País Vasco, pero nunca lo serán. Y los otros están cada vez más hartos de ver como los socialistas dan concesiones por pura necesidad electoral aunque eso ponga en riesgo parte de los servicios de la gran mayoría de autonomías.

El acuerdo hace algunas cesiones a Cataluña y deja abierta la posibilidad de que sean más, aunque sin concretar del todo. El pacto, pues, no deja de ser una puerta abierta a la patata realmente caliente que tiene Pedro Sánchez: el nuevo modelo de financiación para las comunidades autónomas. Un nuevo modelo que, una vez hechas varias concesiones a la Generalitat, acabará provocando nuevas concesiones al resto de comunidades que no permitirán agravios. Y al final, quiénes lo pagarán serán los de siempre: los ciudadanos vía impuestos o vía deuda. Una deuda cada vez mayor y completamente disparada des de que Pedro Sánchez es presidente. Total, la fiesta ya la pagarán los que vengan detrás.

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