Primer plano de Laura Borràs con una mirada triste

POLÍTICA

Laura Borràs, cada vez más sola tras la última dimisión en Junts

Tras la expulsión de Cristina Casol y la renuncia de Jaume Alonso-Cuevillas, a la presidenta solo queda Aurora Madaula

La presidenta de Junts per Catalunya, Laura Borràs, acaba de recibir un duro golpe (otro más) para sus aspiraciones en la lucha por el control del partido. Se trata de la dimisión de Jaume Alonso-Cuevillas. El abogado estrella del Procés ha anunciado que renuncia al acta de diputado por incompatibilidad con su trabajo.

En las duras jornadas de octubre de 2017 se convirtió en el letrado de referencia de Carles Puigdemont y los promotores del referéndum. Allí empezó una carrera política forjada en el círculo de confianza de Laura Borràs. Igual que ella, veía en Junts el instrumento para implementar el mandato del 1-O, suspendido por la fuerza de los hechos.

El abandono de la vía unilateral por parte del sector orgánico encabezado por Jordi Turull y bendecido por Puigdemont causó malestar en Cuevillas. Asegura que las razones de su adiós son profesionales, pero también que tomó la decisión en octubre, en plenas negociaciones de Puigdemont y Turull con el PSOE. Su baja se suma a la de Cristina Casol, la diputada afín a Borràs que desafió a la cúpula del partido, y la lucha por el poder en Junts se decanta un poco más a favor del sector político.

La guerra por el poder dentro de Junts

La estructura de poder levantada por Laura Borràs a su alrededor empezó a resquebrajarse el 25 de octubre de 2022, cuando dimitió su mano derecha, Francesc de Dalmases. Fue en un momento complicado para la entonces presidenta del Parlament, asediada por un caso de corrupción. Cinco meses después de la renuncia de Dalmases, Borràs fue condenada a 4 años de cárcel y 13 de inhabilitación.

Montaje fotográfico con Laura Borràs de fondo con la bandera de Cataluña y al lado Aurora Madaula y Francesc de Dalmases

Por aquel entonces ya se había abierto en el partido una velada lucha por el poder entre el secretario general del partido, Jordi Turull, y la presidenta, Laura Borràs. La guerra estalló en junio de 2023, cuando el sector convergente presentó a su candidata Anna Erra para relevar a Borràs como presidenta del Parlament. Borràs, a un paso de caer, aceptó la candidatura a cambio de permanecer en el cargo.

Aquello salvó políticamente a Borràs, que sin embargo quedó muy debilitada y a merced de sus adversarios. La disyuntiva de la investidura del gobierno español fue otro campo de batalla entre el sector oficialista, partidario de pactar con el PSOE, y el de Borràs, defensora del bloqueo y una nuevas elecciones. Cuando Puigdemont tomó partido por los pactistas, quedó claro que los días de Laura Borràs como presidenta estaban contados.

Sin Cuevillas ni Casol, ya solo queda Madaula

El acuerdo con el PSOE abrió una nueva etapa en Junts que, de la mano de Turull y de Puigdemont, quiere dar un giro conservador y volver a las esencias convergentes. Esto implica el sacrificio de los advenedizos que entraron en el partido en plena efervescencia del procés, procedentes de la sociedad civil. Era el sector más radical, partidario de los maximalismos y de la guerra frontal con ERC, y próximos al ecosistema de la ANC y sus terminales.

Cuevillas siempre fue el menos furibundo y el más pragmático de todos. Auspiciado por Borràs en la Mesa del Parlament durante su mandato, se opuso a desafiar la legalidad porque entendía que era más importante dar la batalla que sacrificarse inútilmente. Al mismo tiempo, aprovechaba su tirón mediático para promocionar las virtudes del procés ataviado siempre con una corbata amarilla.

Tras ser cesado como miembro de la mesa su figura perdió brillo y acabó absorbido por su trabajo en el bufete de abogados. Aun así, nunca dejó de tener influencia en el sector afín a Borràs, especialmente con la denuncia por acoso de las diputadas Aurora Madaula y Cristina Casol. La expulsión de Casol, ahora en el grupo mixto, y la renuncia de Cuevillas, dejan ahora a Aurora Madaula y a Laura Borràs solas antes el peligro.