Las tres excusas que ha utilizado Gemma Ubasart para no tener que dimitir

Ocho días. Esto es lo que ha tardado Gemma Ubasart a dar explicaciones en el Parlament de Catalunya tras el asesinato de una trabajadora de la cárcel de Mas d'Enric a manos de un recluso. Un recluso que, a pesar de estar en la cárcel por haber matado a cuchillazos a una mujer, trabajaba en las cocinas del centro con acceso a unos cuchillos que utilizó para matar a Núria.

La consejera de Justicia ha comparecido en la Diputación Permanente de la cámara catalana dando un discurso que no ha convencido a nadie, exceptuando a las fuerzas de izquierdas del Parlament, claro. Excusas, justificaciones, promesas estériles y cero autocrítica han sido los ingredientes del discurso de una Ubasart que sigue enrocada. Ni escucha a los sindicatos de funcionarios de prisiones ni piensa asumir sus responsabilidades.

"Asumo la responsabilidad en primera persona". Así ha empezado su comparecencia Gemma Ubasart. Un canto de sirena. Porque ni tiene intenciones de dimitir ni piensa cesar a su número dos, Amand Calderó. Se trata de dos de las principales peticiones de los trabajadores de prisiones, a la que hoy se han sumado varios partidos políticos. "No sería responsable dimitir", terminaba diciendo Ubasart.

Así pues, la consejera de Justicia, la máxima responsable política de lo que pasa en las cárceles catalanas, piensa aferrarse a la silla las pocas semanas que le quedan en el cargo antes de las elecciones. Y ha expuesto varias excusas para desoír a sindicatos y oposición.

'Es un caso excepcional'

Gemma Ubasart ha defendido el actual modelo penitenciario catalán, recordando que el asesinato de Núria ha sido "un caso excepcional" en los 40 años desde que Cataluña asumió las competencias en prisiones. La consejera de Justicia elude así responsabilidades apelando a la excepcionalidad de este trágico hecho.

Obvia, eso sí, que los sindicatos de funcionarios de prisiones llevan años quejándose de la falta de "principio de autoridad" que hay en los centros penitenciarios catalanes. Solo el año pasado se registraron más de 500 agresiones a trabajadores por parte de reclusos. Y, desde 2017, ha habido un aumento del 400% de las agresiones a funcionarios de prisiones. 

Los protocolos no detectaron ningún peligro

La consejera de Justicia ha remarcado que los protocolos no detectaron el riesgo de que pudiera pasar lo que sucedió el pasado miércoles en Mas d'Enric. "Era difícilmente previsible lo que pasó", ha dicho. Por lo que ha contado, al asesino se lo avaluó más de 20 veces, pero siempre se consideró que la "probabilidad de violencia era bajo". De hecho, ha afirmado que al asesino se le consideraba "una persona de confianza" y que tenía "un buen comportamiento". 

"Se siguieron los protocolos habituales, pero el riesgo cero no existe", ha dicho la máxima responsable política de unos protocolos que ha quedado evidenciado que fallaron. La culpa, pues, es de los protocolos, no de los responsables políticos de los mismos.

'Sería mucho más fácil dimitir'

Gemma Ubasart ha utilizado otro argumento para no tener que dimitir. "Sería mucho más fácil dimitir, pero no sería responsable hacerlo", ha afirmado. "¿Una dimisión avanzará en la reducción de riesgos en los centros penitenciarios?", se ha preguntado la consejera de Justicia. 

Por lo tanto, no solo no ha asumido responsabilidades. También ha dado un paso adelante para erigirse como solución a un problema generado por las políticas desarrolladas por su Departament.

La oposición, muy crítica con Gemma Ubasart

La oposición ha sido muy dura con la consejera de Justicia, especialmente Vox, Ciudadanos, PP y Junts. Estas formaciones han pedido su dimisión, mientras que el PSC se ha mostrado más conciliador con Ubasart. Mientras, ERC, la CUP y los Comuns se han convertido en sus aliados, criticando el "populismo punitivo" y defendiendo los "derechos y bienestar de los reclusos".