Montaje fotográfico con el Parlament de Cataluña de fondo y con Yolanda Díaz, Ada Colau, Jéssica Albiach y Pablo Iglesias en primer plano

POLÍTICA

Las dos decisiones de los Comuns tras el batacazo del domingo

Catalunya en Comú mueve ficha en dos direcciones tras evidenciar los malos resultados de Sumar y Podemos en Galicia, donde han quedado fuera del Parlamento de lejos

Parece que la izquierda de la izquierda ha visto las orejas al lobo tras el descalabro electoral del domingo en Galicia. Podemos y Sumar no llegaron ni al 3% de los votos por separado y hasta el Pacma sacó mejores resultados que los de Irene Montero. El entorno de Yolanda Díaz -gallega ella- sacó toda la artillería y hasta envió Ada Colau a hacer campaña, pero no sirvió de nada. El golpe es tan fuerte que algunos en Cataluña parece que han tomado nota y empiezan a mover ficha, no sea el caso que les pase lo mismo en las catalanas.

Catalunya en Comú no ha tardado en reaccionar tras el recuento de votos en Galicia. Joan Mena, portavoz de la formación, enviaba un mensaje a Podemos este mismo lunes y les pedía unidad. "Somos partidarios de crear espacios unitarios, porque estamos convencidos de que tenemos muchos puntos en común" aseguraba. Es el primer movimiento de los Comuns, que forman parte del núcleo duro de Sumar, y que lo hacen debilitados tras lo sucedido el domingo.

El resultado de Podemos fue nefasto, ridículo. Demuestra que la formación de Pablo Iglesias está tocada de muerte y va camino de la extinción. Lo que sucede es que Sumar vuelve de Galicia muy debilitada y con Yolanda Díaz cuestionada. Esta primera jugada de hacer un llamamiento a la unidad a partir de los Comuns no solo es un gesto: llegan las elecciones vascas, las europeas y catalanas y el espacio de Sumar y Podemos se la juega, y mucho.

Imagen de Ada Colau, de los Comuns, junto a Jaume Collboni, del PSC

Pero la formación de Jéssica Albiach y Ernest Urtasun no se ha quedado aquí. Consciente de su fragilidad, intenta con todas sus fuerzas entrar en el gobierno del Ayuntamiento de Barcelona. Tras meses a la defensiva, han movido ficha y permitirán la tramitación del presupuesto municipal en la comisión de Economía. De este modo, Jaume Collboni podrá llevar las cuentas al pleno, aunque la formación de Ada Colau ya ha avisado que solo los votará si entra en el gobierno.

Esta es, pues, la segunda decisión de los Comuns tras Galicia: dejar de lamentarse para 'presionar' a Jaume Collboni. El alcalde socialista de Barcelona no parece querer a Ada Colau en su gobierno, pero Barcelona en Comú sigue insistiendo y ya no sabe qué hacer con su líder, que descarta quedarse fuera del ejecutivo por el bien común. Ahora, Jaume Collboni tiene 30 días para cerrar su acuerdo, que parece tener hecho con ERC y que solo quiere a los Comuns sin Colau. 

Sea queriendo o no, la decisión de los ecosocialistas implica que en un mes tendremos gobierno. O el PSC pacta con Comuns y Esquerra, o los de Colau rompen definitivamente con el PSC y se centran en las elecciones catalanas. Gobernar implica cargos, dinero y tranquilidad interna, más cuando has visto qué le ha sucedido a tus compañeros gallegos.

La excaldesa de Barcelona, Ada Colau; y la presidenta de los Comuns en el Parlament, Jéssica Albiach, durante la Green Social Summit

Podemos y los Comuns, obligados a entenderse

Tender la mano a tus enemigos íntimos y gobernar una de las principales instituciones del país. Es el plan de los Comuns para encarar dos citas electorales importantes. Si Sumar y Podemos van separados en las europeas, el descalabro puede ser de campeonato, algo similar en las catalanas. Podemos no tiene estructura en Cataluña, pero los pocos votos que arrastra pueden ser determinantes para dejar a los COmuns por debajo del PP y Vox. 

No queda más remedio que entenderse, dice la teoría. El problema es que las relaciones están totalmente rotas y muchos dirigentes de los Comuns han roto su carnet de Podemos y todos los puentes con la formación de Ione Belarra e Irene Montero. Ada Colau y Pablo Iglesias se las han tenido públicamente y es previsible que algunos quieran morir matando. 

De momento, Catalunya en Comú hace el primer paso y rebaja la tensión, tanto con Jaume Collboni, a quien echa un cable, como a Podemos, con quien quiere volver a entenderse. Los funestos resultados en Galicia ya traen sus primeras consecuencias.