Montaje de Julian Assange y una estelada de fondo
POLÍTICA

Julian Assange, la última causa perdida del Procés

El independentismo vio en el hombre que se rebeló contra el deep state americano al aliado ideal para difundir su causa


Los medios procesistas y los terminales del independentismo radical en las redes sociales llevan días hablando de Julian Assange. Este martes, el fundador de WikiLeaks vuelve a los tribunales británicos con la sombra de la extradición a Estados Unidos pesando sobre él. El independentismo pide su liberación, pero, ¿qué es lo que une tan íntimamente a Assange con el Procés?

El periodista australiano fundó en 2006 WikiLeaks, un medio especializado en la publicación de documentos clasificados. En 2010 atrajo la atención de todo el mundo por la difusión de las imágenes del asesinato de un grupo de civiles a manos del ejército estadounidense. En 2012 se refugió en la embajada de Ecuador en Londres para evitar ser extraditado.

Esto coincide con la puesta en marcha del Procés que, en su momento álgido, encontró en Assange un valioso aliado para difundir la causa catalana en el mundo. Desde entonces, los destinos de ambos se han visto inevitablemente unidos. De ahí que estos días el entorno del procés próximo a Puigdemont y la ANC vuelvan a hacer suya la causa de Julian Assange.

Activista a favor de la independencia

El procesismo, necesitado de causas perdidas para volver a ganar músculo, ha convocado este martes una concentración de apoyo frente al consulado británico en Barcelona. Estos días no hay medio procesista que no se haga eco del juicio que empieza hoy. Un ejemplo es el vídeo que le dedica Albano-Dante Fachín en su canal Octuvre.

En él se revelan algunas de las causas del entusiasta apoyo del independentismo a Julian Assange. “Entre las muchas denuncias de Assange está la represión del Estado español contra el independentismo catalán. Él fue una de las figuras internacionales que denunció con más contundencia la violencia del 1-O”, dice Fachín.

Efectivamente, durante el momento álgido del procés, el periodista australiano inundó su perfil de las redes sociales de mensajes a favor del referéndum y la independencia en Cataluña. El procesismo vio en él a un héroe de la lucha contra el deep state (las cloacas del estado) que el propio independentismo libra en España. Assange vio en la causa catalana una oportunidad para promover su modelo de rebelión social contra los Estados.

Assange y el Procés, una misma lucha

El Procés levantó la bandera de la defensa de Assange como parte integral de su lucha por la justicia y la democracia (que tenía que representar la República Catalana) contra la tiranía que representa el Estado español. El clima de conflictividad del otoño de 2017 en Cataluña llamó poderosamente la atención del periodista. Todo aquello tenía mucho que ver con su idea de rebelión del pueblo contra el poder establecido.

Así, en noviembre de 2017 Assange recibió a Oriol Soler, miembro del llamado Estado Mayor del Procés, en la embajada de Ecuador en Londres. Aquella reunión consolidó la alianza entre Assange y el Procés. El australiano se convirtió en una pieza clave de la estrategia de difusión internacional de la causa catalana.

Soler ha estado vinculado también con la presunta trama rusa del Procés y con el Tsunami Democràtic. Lo cual desata las especulaciones sobre la organización de todo un entramado para crear un clima propicio, en Cataluña y en el mundo, para el triunfo del procés. Aquello acabó fracasando, y en 2019 Assange recibió el apoyo de Carles Puigdemont y Quim Torra tras ser detenido dentro de la embajada de Ecuador.

La ANC y el Consell, también con Assange

Entre los defensores de Assange estos días destacan los dos órganos próximos al sector de Puigdemont y Waterloo. El Consell de la República ha mostrado su apoyo al movimiento Free Assange Wave “por el derecho de la ciudadanía a una información veraz y por el derecho de los periodistas a investigar”. La plataforma Junts x Junts, del partido de Carles Puigdemont, ha animado a sus militantes a sumarse a las protestas.

Por su lado, la Assemblea Nacional Catalana (ANC) ha asegurado que “no nos quedaremos de brazos cruzados ante este ataque a la libertad de prensa”. La ANC lo ve también como una oportunidad para seguir difundiendo la causa catalana. Y para movilizar a su gente en un momento de frustración y desánimo.

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