Las 5 carpetas que marcarán el inicio de curso en la política catalana
El inicio del mandato de Salvador Illa al frente de la Generalitat estará condicionado para varias cuestiones cruciales
Ya han terminado las vacaciones de verano en la política. Tras conseguir ser investido president de la Generalitat, Salvador Illa ya ha empezado a ponerse manos a la obra. Tras una década de parálisis de gestión por culpa del procesismo, el líder del PSC tiene varios frentes abiertos para iniciar la “transformación” que quiere hacer en Cataluña.
Los primeros meses de su mandato estarán marcados, sobre todo, por cinco cuestiones de vital importancia. Algunas dependen exclusivamente de la voluntad del Govern. Pero otras están condicionadas por lo que hagan el resto de formaciones políticas en Cataluña. Y también por lo que haga tanto el PSOE como el Gobierno de España.
Estas son las cinco carpetas que marcarán el inicio del curso político catalán y, de paso, los primeros pasos del Ejecutivo que lidera Salvador Illa.
1- Movimientos en casi todos los partidos
La política catalana vivirá un otoño de lo más caliente. En poco más de un año se han celebrado elecciones municipales, generales, autonómicas y europeas. Ahora, con este ciclo electoral finalizado, casi todos los partidos se han visto obligados a reestructurarse y a redefinir estrategias. Ya sea por gestionar los malos resultados o bien por adecuarse a una nueva realidad política. Una realidad política en la que los socialistas gobiernan en casi todos los estamentos posibles (Ayuntamiento de Barcelona, Generalitat y Gobierno de España).
ERC decidirá el próximo 30 de noviembre quién debe ser el presidente de la formación. Políticos que han liderado el partido en los últimos años (como Marta Rovira o Pere Aragonès) ya han dicho que se van. Y todo apunta a que Oriol Junqueras será proclamado, de nuevo, máximo responsable de Esquerra tras dimitir el pasado junio.
También Junts celebrará su congreso, en este caso a finales de octubre. Un congreso que, teóricamente, servirá para que Carles Puigdemont vuelva a presidir la formación. Además, tras la debacle electoral de ERC, los juntaires están decididos a erigirse como la principal fuerza del procesismo y acabar de hundir a su principal rival político.
El PSOE, los Comuns e incluso la CUP también tienen sus congresos en las próximas semanas. Previsiblemente, el PSC seguirá ganando peso dentro de la familia socialista nacional. Los de Ada Colau aseguran que quieren renovar liderazgos, aunque no está claro que acabe siendo así. Mientras que los cupaires acabarán su “proceso de refundación” que lleva más de un año en marcha.
En el otro lado del tablero, los partidos que vivirán un otoño más o menos tranquilo son el PP, Vox y Aliança Catalana. En los populares, a pesar de las desavenencias pasadas, no cuestionan (al menos públicamente) el liderazgo de Alejandro Fernández. En Vox, Ignacio Garriga también está afianzado como líder indiscutible de la formación en Cataluña. Y Aliança Catalana simplemente deberá seguir su proceso de construcción del partido alrededor de la figura, también indiscutible, de Sílvia Orriols.
2- Presupuestos del Estado y de la Generalitat para el 2025
Será uno de los grandes temas en la política en los próximos meses. En el Congreso, Pedro Sánchez deberá hacer malabares para poder aprobar los presupuestos para el 2025. Nadie descarta que vuelva a prorrogarlos como ya hizo con los del 2024. Sobre todo, si Junts sigue sin digerir la derrota electoral en Cataluña del pasado mayo.
En cualquier caso, y a pesar de ser un tema de especial relevancia, difícilmente ocurrirá nada grave (es decir, adelanto electoral en España) en el caso de que Pedro Sánchez vuelva a fracasar en su intento de aprobar unas nuevas cuentas para el año que viene.
Diferente es la situación en Cataluña. Salvador Illa optó por no forzar la máquina y renunció a confeccionar un presupuesto para este año. No habrían sido negociaciones nada fáciles para unas cuentas que hubieran servido para tan solo unos meses.
Ha preferido centrarse en la negociación para el presupuesto del año que viene. Y ya ha asegurado que tendrá a ERC y los Comuns como socios preferentes. Será, seguramente, la primera gran prueba de fuego para un Salvador Illa que gobierna en minoría. Pero que tiene la capacidad de poder negociar con casi todo el espectro político catalán (exceptuando Vox y Aliança Catalana o, quizás, también la CUP).
3- Sistema de financiación para Cataluña
La otra carpeta importante de este otoño será la cuestión de la financiación para Cataluña. Los socialistas pactaron con ERC una “financiación singular”, sin muchas más especificaciones. Mientras los republicanos dicen que es un “concierto económico”, el PSOE rebaja las expectativas y dice que no es un concierto como tal.
En cualquier caso, el acuerdo contempla que la Generalitat, mediante la Agencia Tributaria de Cataluña, “gestione, recaude e inspeccione todos los impuestos”. Y que deberá “aportar a las finanzas del Estado el coste de los servicios que el Estado presta en Cataluña”. Además de una “aportación a la solidaridad, limitada por el principio de ordinalidad”.
La cuestión ha generado mucha polémica, sobre todo en el resto de comunidades autónomas, que ya están en pie de guerra para evitar que Cataluña tenga más privilegios que ellas. Desde administraciones regionales gobernadas por el PP hasta socios del Gobierno como Compromís o la Chunta Aragonesista (Sumar), ya han avisado a Pedro Sánchez que estarán atentos a las posibles concesiones a la Generalitat.
Este juego de equilibrios entre el Govern, ERC, el Gobierno, sus socios y el resto de autonomías debería aclararse a lo largo del primer semestre del año 2025. Por lo tanto, viene un fin de 2024 movido respecto a las negociaciones sobre el modelo de financiación en Cataluña.
4- Oleadas migratorias
Desde este verano, la cuestión migratoria ha tenido una especial relevancia en el mundo de la política estatal. El polémico reparto de ‘menas’ que provocó la ruptura de los pactos entre el PP y Vox en varias comunidades es un claro ejemplo de ello. Sin embargo, la situación respecto a las oleadas de inmigrantes ilegales que recibe España (con cifras de récord) también afectará a Cataluña.
El PSOE sigue guardando en un cajón el acuerdo que alcanzó con Junts sobre el traspaso de competencias en inmigración a la Generalitat. Y, tarde o temprano, es probable que esta carpeta se vuelva a abrir. Sobre todo, si se siguen dando casos como los que ha vivido la localidad catalana de Tossa de Mar esta semana.
Este municipio, gobernado por Junts y de poco más de 6.000 habitantes, ha recibido 200 inmigrantes ilegales. Una cifra que el alcalde considera “desproporcionada” y que ha generado un importante debate en Cataluña respecto a la gestión de estas oleadas migratorias que lleva sufriendo España en los últimos meses.
5- Inseguridad creciente
Cataluña está sufriendo una de las peores oleadas de criminalidad de la última década. Fruto del negacionismo y buenismo que instauró el anterior Govern de ERC (y sumado al colapso del sistema judicial), la situación en tierras catalanas empieza a ser insostenible. Cataluña, de hecho, es líder en robos con violencia, okupaciones y violaciones en todo el Estado. Y también se han disparado los homicidios y los apuñalamientos.
Salvador Illa, a diferencia del anterior Govern, ya ha dicho que la seguridad será una cuestión central del nuevo Ejecutivo. Y Nuria Parlón, nueva consejera del Interior, deberá trazar un plan para frenar esta preocupante tendencia que sufre Cataluña en los últimos meses. Para alejarse de las políticas buenistas de ERC, pueden contar con el apoyo de otras formaciones como Junts o el PP, que también se han mostrado preocupados por esta deriva delincuencial que hay en Cataluña.
Más noticias: