Las 372 personas que han marcado la política catalana (y española) desde junio
La ley de amnistía ha monopolizado el debate político los últimos meses. Beneficiará a menos de 400 personas y evitará la cárcel para los líderes del Procés
La ley de amnistía que aprobará en pocos días el Congreso de los Diputados beneficiará unas 400 personas. Según el ministro de Presidencia, Félix Bolaños, concretamente a 372. Se trata del 0,0046 por ciento de los catalanes. Dicho de otra forma: en Cataluña hay 684 poblaciones que cuenta con más habitantes que los que podrán acogerse a la ley de amnistía.
Pese a esto, el PSOE asegura que el "beneficiario absoluto de esta ley será la sociedad catalana y también la sociedad española". El objetivo, añade Bolaños, es "la bondad", aunque la realidad es que lo que buscan los socialistas son los votos de ERC y Junts. Antes de las elecciones generales, Pedro Sánchez negó por activa y por pasiva una futura amnistía, de modo que su bondad ha aparecido cuando solo sumaba con Puigdemont. No es, pues, que Bolaños sea una hermanita de la caridad que ha venido a este mundo a hacer el bien; sin amnistía no hay presupuestos, no hay Moncloa, no hay poder.
Vaya por delante que parte de estas 372 personas poco tienen que ver con los acuerdos secretos entre el procesismo y el PSOE. Esa gente que salió a la calle, que hizo caso a Torra cuando les decía "empenyeu". Gente víctima de la estafa del uno de octubre y que debería pedir explicaciones a Junqueras y Puigdemont por sus mentiras.
Aislemos, pues, a estas personas y centrémonos en una clase política que jugó a la independencia sin hacer nada. Altos cargos, consellers y su "estat major" que ahora quedaran amnistiados y podrán volver a ocupar posiciones políticas. Sin pedir perdón a unos -los que los indultaron y ahora los van a amnistiar-, ni a otros -los votantes a los que tomaron el pelo y quieren volver a hacerlo-.
La ley de amnistía no va a beneficiar el conjunto de la sociedad catalana. Habrá 372 personas que no tendrán causas judiciales pendientes y una quincena que evitarán penas de cárcel. No cambiará nada, solo la situación personal de aquellos que fueron de farol el uno de octubre. No les deseo ningún mal, hasta me alegro por algunos de que no tengan que pagar por lo hecho. Sin embargo, creo que deberían hacer un ejercicio de valentía y pedir las disculpas de las que hablaba antes.
La aprobación de dicha norma solo irá acompañada de una buena noticia: que dejaremos de hablar de la amnistía. Llevamos desde de julio que monopoliza los debates, las alianzas y la aritmética parlamentaria. El futuro de menos de 400 ha secuestrado el debate público y ya va siendo hora que el Gobierno trabaje.
Tras la amnistía, el abismo
Una vez se apruebe la ley de amnistía, lo normal sería que la política volviera a ser lo más importante. Se habrá solucionado la situación de Puigdemont y sus altos cargos, sería hora de empezar a gobernar. El problema es que seguirá el chantaje permanente de los socios de Pedro Sánchez, monopolizando el debate y endureciendo sus exigencias. En menos de un año habrá elecciones en Cataluña, ya se pueden imaginar el postureo de Gabriel Rufián y Míriam Nogueras para marcar paquete.
Desde el 23 de julio, 372 personas han marcado el debate político en España. Una vez superada esta etapa, no tengan esperanzas, serán 14: los diputados de ERC y de Junts en el Congreso.
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