Junts tira de postureo con el PSC y las críticas no se hacen esperar: 'cínicos'
Los postconvergentes intentan vender la imagen de partido rebelde en Cataluña mientras negocian los presupuestos con Ped
Los partidos catalanes llevan semanas en modo campaña electoral, en una agenda política marcada por la aprobación de la ley de amnistía. Cada movimiento y cada declaración están cuidadosamente estudiados, y obedecen a la estrategia electoral de cada formación. Pero el postureo de algunos es tan evidente que causan indignación incluso entre los suyos.
Es el caso de Junts, que intenta desesperadamente marcar distancias con el PSC, pero a la vez negocia los presupuestos con los socialistas en Madrid. El secretario general de Junts, Jordi Turull, ha querido responder a Salvador Illa, que ha dicho que “la amnistía no es para ayudar a Puigdemont, sino a Cataluña”, y que “los presupuestos no son para salvar a Aragonès, sino a Cataluña”. Turull ha querido marcar un tono duro contra los socialistas, pero ha desatado las críticas contra el “cinismo” de su posición.
“No te lo crees ni tú”, ha respondido Turull, “cualquier propuesta ambiciosa que sale de Cataluña siempre ha tenido tu no como respuesta”. Turull se refiere a propuestas como “mejorar el autogobierno o el financiamiento, o poner fin a la represión”. Remata diciendo que “cuando el PSOE se ve obligado a ceder es cuando aparece tu sí servil”.
Lo de Junts y del PSC ya no cuela
Junts quiere salvar su proyecto político negociando con el PSOE y al mismo tiempo vender que sigue siendo el partido de la confrontación. Pero las dos cosas al mismo tiempo no pueden ser, y sus bases ya se han dado cuenta del engaño. Por eso el postureo de Turull con Illa ha sido respondido de forma contundente, con duras afirmaciones.
“Para servil vuestro líder, que se pasó por el forro el mandato del 1-O”, le dicen al secretario general de Junts en referencia a Carles Puigdemont. “Sois todos una panda de cínicos” o “solo sabéis engañar y disfrazar” son los comentarios a la publicación de Turull. No se olvidan de que Junts está dando estabilidad al Gobierno español y pactando con el PSC en instituciones municipales y provinciales.
Tampoco se salva de las críticas Salvador Illa, al que le piden que reconozca la verdad de que “la amnistía es para Carles Puigdemont”. Si a Turull le llaman cínico, a Illa le tildan de mentiroso y de cómplice de la operación del PSOE para mantenerse en el poder. “En Cataluña seguirá habiendo ciudadanos de primera y de segunda gracias a vosotros”, dice uno de los comentarios.
Ya negocian los presupuestos
Tras la aprobación de la ley de amnistía, Junts ya está negociando los presupuestos con el PSOE. Los de Carles Puigdemont maniobran para conseguir un pacto fiscal que acabe con el déficit de 22.000 millones de euros que acumula la Generalitat de Cataluña. Junts a ERC tratan de exprimir al máximo sus opciones, aprovechando la actual debilidad del Gobierno de Pedro Sánchez por el escándalo de corrupción.
Si en algo coinciden Junts y el PSOE es en la necesidad mútua de dar estabilidad a la legislatura española. Pese a los aspavientos que puedan hacer los postconvergentes, si cae el Gobierno de Pedro Sánchez los de Puigdemont se meten en un serio problema. En plena caída de los partidos procesistas, conservar su cuota de poder en Madrid sigue siendo esencial para relanzar su proyecto en Cataluña.
Mientras los postconvergentes hacen lo que han hecho siempre los convergentes, que es hacer política en Madrid, sus dirigentes tratan de vender una imagen de partido rebelde para consumo interno. La estrategia de Junts con vistas a las próximas elecciones catalanas consiste en vender la amnistía y el regreso de Puigdemont como un relanzamiento del Procés. Pero una parte importante del independentismo ya no se cree su relato y apuesta por nuevas opciones.
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