Pedro Sánchez y Míriam Nogueras dándose la mano y mirándose fijamente

POLÍTICA

Junts ya pacta con el PSC tras la investidura de Sánchez

¿Condenados a entenderse?

La inclusión de Junts en lo que llaman “el marco constitucional” ya se está produciendo. Aunque sea a nivel local - en el municipio de Mollerusa -, Junts ha entrado en un consistorio en el que está el PSC. Con la incorporación de Junts, el ayuntamiento dejará de estar en minoría y pasará a ser un tripartito.

De la (auto)marginación a participar

Lo que ha caracterizado a Junts durante las legislaturas pasadas ha sido su marginación voluntaria. Algo que el presidente Sánchez les reprochó en más de una ocasión, señalándoles que su modo de hacer política era inútil.

Pero ese era el compás que le tocaba bailar a la derecha nacionalista catalana. Compás que estaba marcado por Puigdemont y su política de que, a los partidos del 1-O, ni agua. Pero todo cambió con las elecciones del 23-J, que le dieron a Junts la llave del gobierno y la oportunidad de volver a participar.

Y eso, claro, no se puede hacer si no es en detrimento del relato: y un partido cambia de relato poco a poco, sin que sea demasiado evidente. Por eso, de la cerrazón absoluta han pasado a pactar con el PSOE, aunque después añadan lo de que no es un partido de fiar.

Con estos mimbres, cabe la hipótesis de que parte de esta estrategia pase por pequeños simulacros como el de Mollerusa. En definitiva, limar asperezas y dejar que los ciudadanos lo vayan digiriendo.

El caso de Mollerusa: irrelevante pero significativo

El caso de localidades como esta resulta especialmente adecuado para maniobras de esta clase. Hasta la inclusión de Junts, el ayuntamiento lo conformaban el PSC, con 2 diputados, y un partido local (Mollerusa Primer), con 4. Con lo que no es un caso flagrante en el que, por ejemplo, el PSC llevara la voz cantante.

Aunque no es menos cierto que, haya o no maniobras, los ayuntamientos se suelen regir por lógicas distintas y en ocasiones pintorescas. Pero, sea como sea, no es descabellado pensar que Junts y el PSC lubriquen su alianza de conveniencia con casos como este.