Junts lanza un mensaje de amor a Sánchez pese a la sombra de corrupción

Carles Puigdemont y Pedro Sánchez son a punto de firmar un nuevo capítulo en su historia de amor. Habrá ley de amnistía, el PSOE asumirá algunas de las demandas de Junts, y el Gobierno de coalición respirará un poco pese a una sombra de malas prácticas que cada vez se hace más grande. Quién se lo iba a decir al presidente del Gobierno: el "fugado" a Waterloo -así hablaba de Puigdemont Sánchez hace unos meses- es ahora su salvavidas. 

En los últimos días, hasta Esquerra ha aprovechado el caso Koldo para cargar contra el PSOE y dudar de Salvador Illa. Se acercan elecciones y el líder del PSC es el mejor valorado, de modo que aquí vale todo. Sin embargo, Junts per Catalunya ha guardado un extraño silencio, difícil de entender por parte de aquellos que eran el azote de España y del régimen. Carles Puigdemont ha mandado orden a filas y aquí nadie de Junts habla de un presunto caso de corrupción que promete mejores y nuevos capítulos.

Es más, lo poco que sale de los dirigentes juntaires es un balón de oxígeno para Pedro Sánchez. Este mismo miércoles 6 de marzo, el portavoz de Junts al Senado, el histórico convergente Josep-LLuís Cleries ha afirmado que quiere llegar a un acuerdo con el PSOE para la amnistía y, después, "ir para la libertad y para que haya unos presupuestos sociales al servicio de las personas".

Vaya por delante que a uno le cuesta escuchar a Cleries hablar de presupuestos sociales cuando fue alto cargo de CiU desde los años 90 y Conseller de Artur Mas. Las vueltas que da la vida, otro síntoma más de este viraje a la izquierda de la política catalana que parece no tener fin. Más allá de las palabras escogidas por el senador, es sintomático que ahora Junts ya empiece a hablar de los presupuestos y se muestra dispuesto a aprobarlos. Es más, que hable de unas cuentas "sociales", es una prueba clara que no va de farol, que se siente a gusto al lado de Yolanda Díaz y las izquierdas.

Junts no solo no deja caer a Sánchez, sino que lo abraza

Carles Puigdemont quiere aprovechar la debilidad de Pedro Sánchez. El presidente del Gobierno vive sus horas más bajas, tendrá unos resultados malos en el País Vasco y pésimo en las europeas y Junts lo sabe. Podría apostar por dejarlo caer, pero el acuerdo entre Waterloo y Moncloa debe ser tan beneficioso para los primeros que no les interesa. Es curioso: decíamos en verano que Pedro Sánchez estaba a merced de Junts per Catalunya y, en tan solo seis meses, la dependencia del PSOE es ahora absoluta.

Josep-Lluís Cleries añadía en el Senado que espera que el PSOE "haga posible que la legislatura siga". Ha asegurado que es lo que quiere Junts per Cataluña, una declaración de amor que llega por sorpresa y tras el silencio sobre el caso Koldo. Una supuesta trama, no olvidemos, relacionada con Santos Cerdán, el hombre que se pasó una semana en Bruselas para convencer a Carles Puigdemont.