Junts empieza a asumir su derrota y se prepara para forzar una repetición electoral
El partido de Carles Puigdemont redobla su presión a ERC ante el difícil escenario de que su líder sea presidente
En público, Junts per Catalunya sigue insistiendo en que el resultado electoral del pasado 12 de mayo propicia que Carles Puigdemont sea el próximo presidente de la Generalitat. Se trata de un escenario que ni ERC ni CUP acaban de ver, ya que los juntaires necesitarían la abstención del PSC para que su deseo se convierta en realidad.
Se trata de un escenario que se antoja realmente complicado, a pesar de las amenazas de Junts a Pedro Sánchez con hacer caer su Gobierno si el PSC no permite la investidura de Carles Puigdemont. Los socialistas siguen negando esta opción tras la clara victoria de Salvador Illa el 12-M. Y, en este contexto, la estrategia de los juntaires va virando poco a poco.
En público siguen insistiendo en ello, pero cada vez son más las voces dentro del partido que ya empiezan a asumir que se trata de una utopía. Y, por ello, el plan de Junts se va moviendo hacia otro escenario: presionar a ERC para que no invista a Salvador Illa y así forzar una repetición electoral.
En una entrevista a NacióDigital, Toni Comín mandaba un mensaje claro a ERC. “Me parece inimaginable que ningún partido independentista facilite la investidura de Salvador Illa”, decía.
Evidentemente, esta presión tiene que ir acompañada de una propuesta que seduzca a ERC para ir de nuevo a elecciones. Tras perder 13 diputados el 12-M, los republicanos temes que volver a las urnas se pueda traducir en otro batacazo electoral. Y aquí entra la oferta de Junts a los de Oriol Junqueras para convencerles: ir juntos a estas hipotéticas elecciones en octubre.
La maquinaria mediática de Junts ya se ha activado en este sentido. El mismo Toni Comín aseguraba que “la mejor opción para ERC y la CUP es ir a una repetición electoral con una lista conjunta”. También Artur Mas apuntaba en esta dirección en una entrevista en TV3. Otro que presionaba para este escenario es Lluís Llach, flamante presidente de una ANC que ha comprado desacomplejadamente los postulados de Junts.
Pese a la presión, la idea de ir conjuntamente a unas elecciones nunca ha hecho el peso en ERC. Aún tienen la sensación de que la lista de Junts pel Sí acabó siendo un error y no querer repetir la experiencia. Además, también reprochan a Junts que hablen ahora de unidad cuando fueron precisamente los junteros quienes diluyeron esta unidad cuando decidieron marcharse del Govern cuando ERC era la principal fuerza dentro del procesismo.
Por el camino, aún queda el debate sobre la confección de la Mesa del Parlament, que se decidirá el próximo lunes 10 de junio. Será la primera prueba del estado de las negociaciones y de los posibles pactos para una investidura, ya sea de Salvador Illa o de un Carles Puigdemont que ya empieza a asumir lo que todo el mundo ya vio tras el 12-M: que la presidencia de la Generalitat será para el PSC o iremos a una nueva convocatoria electoral en octubre.
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