Primer plano de Jordi Turull con cara de circunstancias
POLÍTICA

Junts, atrapado en su propia trampa: la mesa de diálogo

Sigue la guerra entre los partidos procesistas

Esta va camino de ser la legislatura de las mesas de diálogo. Pedro Sánchez y Pere Aragonès reanudaron ayer la mesa de diálogo entre el Gobierno central y el gobierno autonómico. En las próximas semanas se concretarán las mesas de diálogo del Gobierno con ERC y con Junts, por separado.

El independentismo no ha encontrado la forma de coordinar una estrategia conjunta de negociación con el Estado, y en lugar de una habrá tres mesas de diálogo. Esto debilita las posiciones del independentismo. Pero también permite a los partidos procesistas seguir rivalizando en su obsesión por el relato.

Junts per Catalunya, el partido de Carles Puigdemont, representa a la perfección estas flagrantes contradicciones. En su intención de deslegitimar a ERC critican la mesa de diálogo del Govern, pero al final toda su estrategia se reduce a otra mesa de diálogo. De ahí el empeño por diferenciar las dos mesas.

Podrían acabar en la misma mesa

Junts per Catalunya considera que la mesa de diálogo entre el Gobierno y el Govern es “una vía agotada”. El portavoz del partido, Josep Rius, ha pedido “concreciones” porque “muchas veces los grandes anuncios han quedado en nada”. En comparación, defiende las negociaciones de Junts con el PSOE.

Los postconvergentes apuestan por una negociación como la propuesta por Puigdemont, con un mecanismo de verificación internacional. La realidad es que, con todos los matices posibles entre ambos modelos, Junts ha acabado renunciando a la vía unilateral como ERC. De hecho, podrían acabar sentado en la misma mesa.

Y es que el portavoz de Junts no ha descartado aceptar la posible incorporación de otros partidos a la mesa de diálogo del Govern con el PSOE. Eso sí, ha dicho que “no hay que empezar la casa por el tejado”. Para los juntaires, los partidos independentistas tienen que reunirse primero para buscar la unidad estratégica. 

Los partidos procesistas pierden fuelle

ERC y Junts siguen enfrascados en sus propias batallas, mientras las bases se alejan cada vez más de sus direcciones. Las encuestas señalan una progresiva pérdida de apoyos, que se podría acentuar con la amenaza de la ANC de impulsar una lista cívica en las próximas elecciones al Parlament. De momento, los esfuerzos de Junts por justificarse no está funcionando.

Reprochan a Carles Puigdemont que haya abandonado la vía unilateral y comparan a Junts con ERC. De hecho, Puigdemont y Junqueras rivalizan ahora por una foto con Pedro Sánchez, que ya ha confirmado que se reunirá con los dos por separado. El gran beneficiado es el PSOE, que utiliza la división del independentismo para debilitar sus bases de la negociación.

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