Montaje con un plano medio de Salvador Illa mirando a cámera y otr de Carles Puigdemont hablando en una rueda de prensa. De fondo, una imagen difuminada del hemiciclo del Parlament de Cataluña
POLÍTICA

Junts y PSC se acercan en Tarragona: ¿Vuelve la sociovergencia?

El inminente pacto reaviva el sueño de los empresarios en la búsqueda del centro político

La política municipal en Cataluña vuelve a dar noticias importantes que pueden extrapolarse a la política autonómica. Junts decidirá esta semana si entra en el gobierno municipal del PSC de Rubén Viñuales en Tarragona. La decisión cuenta con el beneplácito de la dirección y marcaría un importante punto de inflexión en el reparto de poder territorial.

Primer plano del candidato del PSC de Tarragona, Rubén Viñuales

Hay que recordar que Junts quedó prácticamente sin poder territorial en las elecciones municipales de 2023. Una catastrófica política de pactos diseñada por Jordi Turull les dejó sin gobierno en las cuatro capitales de provincia, y fuera de las diputaciones. 

Los postconvergentes son conscientes de que necesitan recuperar poder para fortalecerse antes de las próximas municipales (2027) y catalanas (2028). Tarragona ha propiciado una oportunidad que no están dispuestos a dejar pasar. Por mucho que el pacto con el PSC de Viñuales, ex de Ciudadanos, provoque malestar entre sus votantes.

Muy cerca de cerrar un acuerdo

Junts y PSC llevan meses mostrando una buena sintonía en el ayuntamiento de Tarragona. Además de aprobar las cuentas, ambos partidos negocian desde hace tiempo la entrada de los postconvergentes en el gobierno municipal. Algo que daría estabilidad a los socialistas, y permitiría a Junts salir un poco más de su aislamiento.

Según ACN, han intercambiado documentos e incluso han empezado a planificar el nuevo gobierno y el reparto de concejalías. Parece que el acuerdo está muy avanzado, y a quien más ha gustado es a los empresarios.

Los círculos económicos catalanes llevan tiempo anhelando una sociovergencia que lleve la política catalana hacia el centro y le dé estabilidad. De hecho, la alianza de Illa con ERC y Comuns ha generado frustración entre los empresarios. La patronal ha mostrado públicamente su malestar hacia Illa por las esperanzas que dipositaron en él.

Es aún muy pronto para pensar que el pacto pueda extrapolarse a la política catalana. El panorama político actual indica justo lo contrario: un progresivo distanciamiento entre PSC y Junts que llevará a una nueva confrontación en las próximas contiendas electorales.

¿Vuelve la sociovergencia?

Pero, aunque el acuerdo ha sido conducido por los representantes locales (Rubén Viñuales y Jordi Sendra), ha contado con el aval de la dirección de Junts. Y esto, para los empresarios, es una buena señal de acercamiento entre ambos partidos.

Imagen de Ruben Viñuales, Pedro Sánchez y Salvador Illa en un acto de campaña en Tarragona

Tanto en el PSC como en Junts hay sectores convencidos de que hay que abrir espacios de entendimiento para fortalecer el centro político frente a los extremos. Los empresarios agradecen a Illa la recuperación de la normalidad después del Procés. Pero a la vez desconfían de su alianza con ERC y Comuns, y le piden que se acerque a Junts.

La vuelta de la sociovergencia en una capital de provincia no es una cosa menor. Aunque tendrán que seguir picando piedra para trasladar el acuerdo a una dimensión nacional. Muchos ven en la figura de Puigdemont el principal escollo para ello.

Habrá que ver también cómo afecta el acuerdo de Tarragona a la militancia y el electorado de Junts. El pacto cuestiona además las críticas de Junts a ERC por los pactos con el PSC "más españolista". Las bases independentistas, resentidas con la traición de los partidos procesistas, pueden sentirse tentadas de seguir con la fuga hacia Aliança Catalana.

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