La jornada laboral de 37,5 horas puede meter en un lío a PSOE y Sumar
La medida tensiona el frágil equilibrio dentro del gobierno
PSOE y Sumar han firmado este martes el acuerdo para revalidar la coalición de izquierdas. El acuerdo se ha fraguado con una medida estrella, la reducción de la jornada laboral de 40 a 37,5 horas semanales. Esto supone que cada persona trabajará media hora menos a la semana.
Además de la medida estrella, esta ha sido también la más difícil de cerrar por la reticencia de algunos sectores dentro del PSOE. De hecho, la medida tendrá que ser aprobada en sede parlamentaria. Y podría ser el primer foco de tensión entre PSOE-Sumar y sus socios de legislatura.
Sumar presenta la jornada laboral de 37,5 horas como un gran logro, pero podría traer serios problemas al nuevo gobierno. En el PSOE temen que la medida aumente el recelo de partidos como el PNV o el propio Junts. En estos partidos hay sectores críticos con la deriva de un Gobierno influenciado por Podemos.
Plantea muchas dudas
El Gobierno informará de la medida a los actores sociales, pero la opinión de patronal y sindicatos no será decisiva para su aprobación. Pero sí que tendrá que contar con la mayoría del Congreso, y ahí es donde vienen los problemas. Entre los socios de Sánchez hay partidos muy influenciados por los sectores empresariales, como el PNV y Junts.
De momento, los vascos mantienen la prudencia ante la investidura y Junts guarda silencio en la línea de toda la negociación. Al Gobierno no se le escapa la complejidad del nuevo Ejecutivo, aún más polarizado ideológicamente por la presencia de Junts. En la anterior legislatura, cuestiones como las pensiones y el salario mínimo ya hicieron tambalearse la coalición en varios momentos.
El futuro gobierno de Pedro Sánchez incluiría a partidos de izquierdas (ERC, Bildu y BNG), favorables a este tipo de medidas. Pero también al PNV y Junts, que son los más reticentes a un Gobierno dominado por Sumar y Podemos. La jornada laboral de 37,5 horas puede ser la primera evidencia de la fragilidad del nuevo gobierno.
¿Que harán PNV y Junts?
A partir de aquí se plantean dos escenarios. El primero, malo para el Gobierno, es que PNV o Junts voten en contra y la medida no pueda salir adelante. Esto comprometería el acuerdo de Gobierno PSOE-Sumar y abriría la primera crisis de gobierno, de consecuencias del todo imprevisibles.
El segundo escenario, más probable, es que PNV y Junts se la envainen para garantizar el cumplimiento de las medidas realmente importantes. En Ferraz creen que los vascos y los de Puigdemont están dispuestos a tragarse las medidas sociales a cambio del avance en la cuestión nacional. Y eso permite al PSOE contentar las demandas de Sumar.
Además, durante su debate de investidura Alberto Núñez Feijóo rompió algunos tabús en la derecha. Propuso el aumento del salario mínimo interprofesional y la flexibilización del horario laboral para la conciliación familiar. Ahora el tándem Pedro Sánchez-Yolanda Díaz lo tiene más fácil para colar este tipo de medidas.
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