Europa Press POLÍTICA
Joan Ignasi Elena y su curiosa decisión tras hablar de Sílvia Orriols
ERC podrá tener un problema si una eventual mayoría independentista depende de Aliança Catalana
La “unidad” del independentismo siempre fue un espejismo. Lo que ha habido en realidad es procesismo, es decir, un grupo de partidos orbitando en torno a ideas nacionalistas. Pero la irrupción de Aliança Catalana puede cambiar por completo este panorama y plantear una duda existencial al independentismo.
Los caprichos de la aritmética
¿Votamos con la extrema derecha si es necesaria para conseguir una mayoría ‘indepe’ en el Parlament? Esta es la pregunta que puede hacer saltar las costuras al procesismo de Junts y, sobre todo, de ERC.
Esta circunstancia depende enteramente del resultado electoral. Por ahora, todo es muy incierto y lo único que está claro es que ganará el PSC. Pero en sistemas parlamentarios como el nuestro no importa el ganador, sino el equipo. La duda, entonces, es si el independentismo sumará para hacer presidente a Puigdemont.
El gran problema será si Aliança Catalana entra con fuerza en el Parlament y se convierte en una de las llaves de la investidura. La imagen de ERC, Junts, CUP y AC votando lo mismo puede ser memorable.
¿Y si necesitan un voto de Orriols?
“Con Orriols no iremos ni a la esquina”, así se expresaba el consejero Elena sobre un posible pacto electoral con Aliança Catalana. El argumento es el de siempre: discurso de odio, extrema derecha, es un partido que divide a la sociedad, etc.
Gemma Nierga le ha insistido en el escenario de una mayoría de Junts y ERC que pudiera necesitar a Orriols. En tal caso, dice la periodista, no podrían evitar que AC votara a favor de ellos. “¿Cómo podemos evitar que nos vote Vox?”, ha dicho el consejero Elena en respuesta para intentar zafarse. Pero es una respuesta insatisfactoria porque es evidente que Vox no votará una mayoría ‘indepe’.
“Es impensable que pueda producirse un acuerdo de estas características”, concluye el consejero. Electoralmente, ERC no puede decir otra cosa. Pero nunca hay que subestimar los caprichos de la aritmética parlamentaria. Más aún si se trata de partidos procesistas.
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