Jaume Collboni ve su sueño más cerca, aunque tiene mucho menos margen
El alcalde de Barcelona sigue en una asfixiante minoría, pero lo sucedido domingo puede desatascar su situación
Han pasado un año de las elecciones municipales y Jaume Collboni sigue gobernando Barcelona con tan solo 10 concejales. La jugada a última hora de los Comuns dejó a Xavier Trias, ganador de las elecciones, sin recuperar Barcelona, y Collboni prometió ampliar su ejecutivo, algo que todavía no ha sucedido.
Y no será por ganas de ERC y, sobre todo, de los Comuns. Hasta Junts se ofreció para entrar en el gobierno Collboni. Sin embargo, el alcalde socialista no tenía prisa alguna y deshojó tanto la margarita que se quedó sin flor. El contexto político tampoco ayudó demasiado, siendo sinceros.
Primero fueron las generales en julio y ahora las catalanas. Ni a Junts ni a Esquerra les interesaba demasiado formalizar un acuerdo con el PSC mientras se peleaban por el voto procesista. Ahora, tras la clara victoria de Salvador Illa, Jaume Collboni sale reforzado, aunque su margen de maniobra es mucho menor.
El alcalde de Barcelona sigue haciéndonos creer que puede hacer lo que quiera más allá de su partido. La realidad es totalmente distinta: tras las elecciones de domingo, Collboni solo puede mirar a la izquierda. Es más, ya veremos si ahora Esquerra entra en el gobierno de la ciudad.
Las elecciones condicionan a Collboni
Esto es así, el proceso de reflexión de ERC será completo y no queda claro ahora mismo que Elisenda Alemany tenga la libertad absoluta para pactar con el PSC en Barcelona. Era la intención desde hace meses y el acuerdo estaba casi sellado, pero la política autonómica lo dejó en un punto muerto.
Lo que queda claro es que los socialistas solo pueden mirar a la izquierda y esperan con ganas que ERC se aclare. La decisión que deberá tomar Oriol Junqueras es doble: investir o no a Illa y pactar o no con Collboni.
Se hace complicado pensar que los republicanos hagan un doble favor al PSC, tanto en Barcelona como en el Parlament. Aunque no entren en el Govern de la Generalitat, el relato se rompe en cierto modo si pasan a formar parte del ejecutivo de Collboni.
Aun así, no es descartable que el acuerdo fructifique, aunque no será ahora ni a corto plazo. Primero, se debe despejar la incógnita en clave catalana y después llegará Barcelona. Eso quiere decir que los 10 concejales del PSC seguirán llevando una carga de trabajo enorme hasta el verano o septiembre.
No es una buena noticia para Barcelona y en parte es culpa de Collboni. No tuvo prisa alguna para escoger socio de gobierno y se dejó querer por Trias y Maragall. Durante un año ha sido incapaz de aprobar presupuestos y otras medidas importantes y ahora le tocará esperar algunos meses más.
La ventana de oportunidad que podría tener Jaume Collboni
El PSC de Barcelona deberá tener paciencia, pues. Hasta que no se sepa qué sucede en la Generalitat, no podrá mover ficha. Sin embargo, no todo son malas noticias. Existe una opción real de que los Comuns entren en un hipotético Govern de Salvador Illa.
Esta sería la excusa perfecta para que Ada Colau dejase el ayuntamiento para ser consejera. La exalcaldesa es uno de los escollos, para no decir el principal, entre socialistas y Comuns. Collboni no quiere a Colau en su gobierno, mientras que la activista de la Flotilla de la Libertad sigue enrocada en el consistorio.
Parte de culpa lo tienen los 96.000 euros anuales que cobra como presidenta de grupo municipal. El futuro de Colau no está claro y si hay un acuerdo entre Albiach y Salvador Illa sería la excusa perfecta para encontrar una salida digna.
De este modo, Collboni tendría vía libre en Barcelona para pactar con los Comuns y Colau mantendría la cuota de protagonismo que necesita su ego. Es, seguramente, con lo que sueña el actual alcalde de Barcelona, que sigue en una posición demasiado frágil un año después de las municipales.
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