Jaume Collboni pasa de las prisas de los otros

Todos quieren ser ahora amigos de Jaume Collboni y el PSC en Barcelona, hasta los que se enfadaron tanto que dejaron de respirar. Lejos queda ya ese junio convulso: no ha llovido demasiado, pero han pasado tantas cosas que el contador esta a cero. Sobre todo por parte de los partidos que están en la oposición y esperan la llamada de Jaume Collboni para entrar a gobernar. 

Hay tres novias formales: Xavier Trias, Esquerra Republicana de Cataluña y Barcelona en Comú. Las tres formaciones tienen motivos para creerse escogidas, aunque realmente tan solo hay dos opciones: o un tripartito de izquierdas o sociovergencia, no hay más. De momento, Jaume Collboni se lo toma con calma, consciente que el contexto político ha variado y que ahora puede hacer lo que le plazca. Si mira a la izquierda mantendrá la tendencia histórica del Ayuntamiento de Barcelona, mientras que si pacta con Trias abrazará una centralidad política sin precedentes.

De momento Jaume Collboni ha mostrado un poco sus cartas. Se ha acercado a Trias per Barcelona para deshacer algunas de las medidas más controvertidas de Ada Colau. Primero con el Pla Endreça y el desmantelamiento del urbanismo táctico y hace unos días votando los dos a favor de la apertura -con matices- de hoteles en el centro. La Barcelona de Collboni, pues, se acerca más a la de Trias que a la de los Comuns, o esto nos ha enseñado en los primeros meses.

El urbanismo táctico fue una de las medidas de Ada Colau, algo que el nuevo gobierno municipal del PSC no comparte. Los ejes de Jaume Collboni se basan en reactivar el turismo, la seguridad, la limpieza y un urbanismo que borre la huella de Ada Colau.

Jaume Collboni, sin prisas y con las ideas claras

A partir de estos cuatro puntos, el PSC de Jaume Collboni pactará la entrada de otra formación para contar con una mayoría amplia que le permita gobernar toda la legislatura. No tiene prisa y desde el entorno de Xavier Trias aseguran que también se lo toman con calma. Solo Ada Colau tiene urgencias, síntoma de la distancia con quien fue compañero de junta de gobierno. Por contra, ERC sabe que solo puede ser comparsa, o bien de los Comuns o bien de Junts, de modo que su papel es testimonial.

Ada Colau no solo no dimite ni si va a Madrid, sino que tiene intención de mantenerse en el ayuntamiento, quien sabe si hasta las elecciones catalanas. Su figura supone otro problema para un eventual pacto entre PSC y Comuns y es por eso que de momento no forma parte del equipo negociador. Lo que sucede es que los Comuns han buscado varios acuerdos con Collboni desde junio con escasos resultados. 

No parece pues que el futuro del gobierno municipal de Barcelona pase por los Comuns. Xavier Trias guarda silencio y ya no está enfadado. De momento ha demostrado puntos de entendimiento con Collboni, sobre todo aquellos que sirven para alejar Barcelona del modelo Colau. 

Jaume Collboni deberá tomar pronto una decisión, aunque el contexto tras el pacto Sánchez Puigdemont y los hechos, señalan un solo camino. Parece que Ada Colau no solo no será ministra, sino tampoco concejal de gobierno.