Salvador Illa, en un segundo plano, mira atentamente a Pere Aragonès, en primer plano, mientras este habla desde su escaño en el Parlament
POLÍTICA

La izquierda se agrupa y el Parlament aprueba regular los pisos turísticos a medias

ERC es obligada a cambiar puntos clave de su decreto, que queda diluido y consigue no gustar ni a los propietarios de pisos ni a la izquierda radical

Cataluña regulará los pisos turísticos, pero no como quería el Govern de la Generalitat de ERC. El decreto que había preparado la consejería de Ester Capella pretendía poner un límite en función de los habitantes de cada municipio. En un inicio, Esquerra quería que fueran más de 250 las poblaciones obligadas a regular sus viviendas con licencia de uso turístico y al final serán menos de 150. Todo para conseguir el voto del PSC, que se ha unido al Sí de la CUP y los Comuns.

La izquierda, pues, se ha alineado en el Parlament para hacer lo que más le gusta: regular, crear más trámites públicos y no escuchar a los propietarios de estas viviendas. De hecho, algunos propietarios se han manifestado a las puertas del Parlament para protestar. Lo significativo es que serán los ayuntamientos de estos 140 municipios 'tensionados', los que deberán decidir si quieren pisos turísticos, cuántos quieren y en qué condiciones.

Además, los consistorios tienen trabajo: deberán aprobar un planteamiento urbanístico y enviarlo a la Generalitat, que deberá dar su ok. Todas las licencias tendrán una vigencia de 5 años y se prorrogarán automáticamente si el ayuntamiento de turno lo permite en este nuevo planteamiento. La Generalitat pues, se lava las manos: podrá decir que ha iniciado la regulación, pero ha acabado aprobando un decreto neutro, sin líneas rojas y dejando "el marrón" para la pequeña administración.

Como era de esperar, la aprobación del decreto no ha gustado al sector. Se sienten ninguneados, ya que no ha habido diálogo y en un inicio se quería acabar con 28.000 pisos turísticos sin escuchar a nadie ni hablar con los ayuntamientos. En este sentido, la Federación Catalana de Apartamentos Turísticos ya ha anunciado que llevará el decreto ley al Tribunal Constitucional, ya que consideran que no se ajusta a la ley. Un texto que tampoco ha gustado a decenas de alcaldes, que han firmado un manifiesto en contra del texto. 

Por otro lado, la mano del PSC ha diluido la futura norma. Ya no queda ni rastro de los 10 pisos por cada 100 habitantes en los "municipios tensionados", de modo que cada municipio, entre ellos muchos donde gobierna el PSC, podrán decidir. Uno de los ejemplos es Salou, que estaba radicalmente en contra y que ahora podrá mantener su oferta de viviendas de uso turístico.

Plano medio de Anna Simó mirando al suelo, Pere Aragonès mirando al cielo y Ester Capella, de fondo, mirando al suelo

El decreto final no es del agrado de la izquierda radical. La CUP ha votado a favor celebrando que se empiece a regular el sector, pero ha lamentado la poca valentía del Govern de ERC. Y el Sindicato de Llogateres, una especie de ONG vinculada a la CUP ha cargado contra el PSC y "los pactos para descafeinar" el texto. 

Izquierda Vs derecha en el Parlament

A veces el procés deja de tapar la ideología. Podría ser un buen resumen de lo sucedido en el Parlament este miércoles. El decreto de regulación de los pisos turísticos se ha aprobado con 78 votos a favor, los del PSC, ERC, Comuns y CUP. Por otro lado, Junts, Ciutadans, PP y Vox han votado en contra, atacando la regulación  y asegurando que no habrá cambios algunos en el mercado de alquiler de estos 140 municipios.

Imagen de Pere Aragones con la mano en la barbilla, sentado en su escaño del parlament de cataluña

Y, otra vez, el PSC haciendo valer su peso y sacando un rédito que ERC les regala. El texto final deja la decisión en manos de 140 ayuntamientos. En ellos están casi todos los del Área Metropolitana de Barcelona, controlados por el PSC, así como Lleida, Tarragona, Salou, Reus o Lloret de Mar, donde el alcalde es socialista.

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