La izquierda desata una campaña contra Iker Jiménez

Hace tiempo que Iker Jiménez está en el punto de mira de la izquierda. Su inclinación a las teorías de la conspiración, cada vez más acusada, extienden sobre él la acusación de afinidad con la extrema derecha. Este martes tomó una decisión arriesgada, cubrir en directo la manifestación contra el PSOE en Madrid.

Su presencia en las protestas causó sorpresa, y esta poco a poco fue derivando en indignación. Para muchos, es la confirmación definitiva de que Iker Jiménez se ha pasado al lado oscuro. Esto ha motivado una campaña de la izquierda contra el presentador en las redes.

Él mismo salió al paso de las críticas asegurando que estaba en la manifestación en calidad de periodista, emitiendo su programa La Estirpe de los Libres. “Sorprende ver incluso a políticos y periodistas insinuando que yo era un manifestante más y profiriendo insultos”, tuiteó. No hay duda de que el comunicador se siente perseguido.

Las redes se ceban con Iker

La izquierda le tiene ganas a Iker Jiménez, y su presencia en la manifestación de ayer abrió la veda a las burlas y las críticas. Sus explicaciones no convencieron a muchos, que se cebaron con él en Twitter. “Iker Jiménez viendo en Ferraz a todos los fantasmas que no ha visto en 18 años”, decía uno en tono jocoso.

“Iker Jiménez también fue a Ferraz, pero luego no le llames facha a él ni a su mujer”, reza otro comentario. “Pobre Iker”, apunta un usuario, “que mala es la gente, mira que vincular a la nave del misterio con la extrema derecha y el nazismo”. El mensaje va acompañado de dos vídeos que denuncian la connivencia de su programa con la extrema derecha.

El presentador también ha tenido quien le defienda. Un usuario de la red social X ha dicho que guste o no “Iker es mucho más periodista que todos los comunicadores mercenarios del poder que le critican”. El timonel de La Estirpe de los Libres se despidió tras “una noche muy intensa” dando las gracias a su equipo.

Señalado como extremista

Los vínculos de Iker con la política no son nuevos. El presentador se ganó la animadversión del independentismo por salir en defensa de la Policía Nacional y la Guardia Civil tras las cargas policiales en el referéndum del 1-O. Allí empezó el comunicador del misterio a cultivar su fama de derechista.

La pandemia jugó un papel importante en su presunta radicalización, ya que su programa dio voz a teorías de la conspiración vinculadas con la ultraderecha. Poco a poco ha ido siguiendo esta línea con otras temáticas de carácter político y social. Esto le ha convertido en foco de las críticas de la izquierda.

Le acusan, por ejemplo, de invitar a su programa a Javier Nicolás, un negacionista del Holocausto, para hablar sobre los nazis en España. También fue polémica la presencia en su programa de Rubén Pulido, próximo a Vox, para hablar sobre inmigración. O la intervención de Josema Vallejo, del sindicato Policía XXI, acusado de extremista.

Iker Jiménez, a contracorriente

Iker Jiménez se ha jactado siempre de ir a contracorriente, y esta es en parte la clave de su éxito. Por eso no dudó en su momento en lanzar un arriesgado discurso contra la Ley Trans del Gobierno de Pedro Sánchez. Deslizó incluso la existencia de un lobby que se lucra de “meter a las personas en ese círculo”.

En su espacio ha criticado el “buenismo” de la sociedad occidental actual, y ha denunciado una moda de la censura y la cancelación. “No se permite ser disidente”, se ha quejado en alguna ocasión, y ha recomendado “guardarte de los que tienen ideas muy fijas”. Ahora, su presencia en la manifestación se la ha girado en contra.