Montaje con un primer plano de Jessica Albiach y otro de Javier Pacheco de CCOO, de fondo una imagen difuminada de una manifestación de CCOO
POLÍTICA

La izquierda acomodada empieza el pressing para el tripartito

Muchos sueldos y muchas subvenciones en juego obligan a algunos agentes a pedir un acuerdo entre el PSC, ERC y Comuns

Las elecciones en Cataluña han dejado, en líneas generales, dos opciones viables: o tripartito o repetición electoral. Numéricamente también existen dos posibilidades más. Una, la que quiere forzar Junts, de que el PSC permita la investidura de Puigdemont. Y dos, que socialistas, PP y Vox lleguen a un acuerdo casi inviable. Sin embargo, son dos escenarios prácticamente imposibles.

Así pues, el futuro política catalana parece abocado a un tripartito PSC-ERC-Comuns o a volver a votar en octubre. Y ante este escenario, la izquierda acomodada ya se está empezando a mover para presionar que el acuerdo entre fuerzas llamadas progresistas lleguen a un acuerdo para investir a Salvador Illa. No es de extrañar, teniendo en cuenta los sueldos y subvenciones que hay en juego.

El caso más destacado es el de Comisiones Obreras. El sindicato, que en 2022 le fueron otorgados casi 4 millones de euros en subvenciones y convenios por parte de la Generalitat (según datos publicados en su web), no ha tardado en pedir que el PSC, ERC y Comuns lleguen a un pacto para formar un nuevo tripartito. CCOO ya ha reclamado un “Govern progresista” para evitar, así, ir a nuevas elecciones.

Quienes verían con buenos ojos esta opción son los Comuns. A pesar de perder dos diputados y quedarse tan solo con seis, los de Ada Colau no desaprovechan nunca la posibilidad de intentar rascar algún que otro cargo para seguir influyendo en la política catalana a pesar de ser la sexta fuerza política en Cataluña. 

“Existe la posibilidad de un gobierno de izquierdas y trabajaremos para hacerlo posible”, dijo este lunes David Cid. Curioso que, ahora sí, los Comuns consideren al PSC de izquierdas tras acusarlos toda la campaña de querer potenciar proyectos como la ampliación del aeropuerto del Prat o el Hard Rock. En pocas horas, los de Jéssica Albiach han pasado de considerar a los socialistas un partido que apuesta por el “asfalto” a verlos como uno de los suyos.


 

Mientras, esta es la vía que quiere explorar Salvador Illa, candidato de un PSC que esta campaña (y precampaña) se ha sabido mover entre los postulados izquierdistas y varias propuestas de orden. El líder socialista ya ha dicho que no piensan facilitar la investidura a un Carles Puigdemont que no ha asumido su derrota y que aspira a presionar a Pedro Sánchez con sus 7 diputados en el Congreso para que el PSC permita al expresident volver a la Generalitat. Illa, pues, explorará un tripartito como le ha reclamado esa izquierda acomodada que representan agentes como CCOO o los Comuns.

Sin embargo, el escenario ideal para el PSC, los Comuns o Comisiones Obreras se topa con la realidad. Y es que, ahora mismo, ERC no está por la labor. Tras perder 13 diputados y quedarse con solo 20, los republicanos parecen decididos a reconstruir su proyecto desde la oposición. Pero ojo, porque las cosas podrían cambiar.

Más allá de las palabras del dimitido Pere Aragonès, dentro de ERC siempre ha habido voces que han querido apostar por ese tripartito. Las más destacadas son las de Gabriel Rufián y Joan Tardà, que nunca han escondido su fetiche de volver a los tiempos en los que los republicanos, el PSC y el espacio de los Comuns llegaban a acuerdos para gobernar.

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