Isabel Díaz Ayuso entra en escena

El PP acarició ayer con la punta de los dedos la mayoría absoluta y el inicio de un nuevo ciclo político. Pero no lo consiguió. Los populares no suman con Vox y UPN, y la única opción de que Feijóo sea presidente pasa ahora por un inverosímil acuerdo con Pedro Sánchez.

El gran señalado fue Alberto Núñez Feijóo, en quien el PP depositó su confianza para acabar con el sanchismo e inaugurar un ciclo conservador en España. El gallego ha conseguido aumentar 47 escaños y devolver el partido a la primera fuerza política. Pero sus 136 diputados quedan lejos del mínimo de 150 que marcaban las encuestas.

Feijóo empezó la campaña muy fuerte y el cara a cara consolidó sus expectativas para gobernar cómodamente. Pero su candidatura se ha desinflando en la última semana propiciando así la remontada in extremis del PSOE. Tras lo de anoche, muchos empiezan ya a preguntarse si era el candidato ideal.

Un nuevo liderazgo

La noche empezó con euforia contenida en Génova, por los primeros sondeos que albergaban la mayoría absoluta. Pero a medida que avanzaba el recuento los nervios se apoderaron de los populares. Con el 100% escrutado, Feijóo se dispuso a salir al balcón de Génova para saludar a una militancia helada.

La alegría de los perdedores en la sede de Ferraz contrastó con la frialdad de los ganadores en Génova. Feijóo fue recibido con tímidos aplausos y forzados cánticos de “oa, oa, oa, Feijóo a la Moncloa”. Consciente de la realidad, el propio Feijóo se encargó de rebajar los ánimos.

Esto contrastó con el recibimiento a Ayuso, con una fervorosa ovación y vítores a su nombre. Parecía que la candidata a la presidencia fuera Ayuso y que acabara de conseguir la mayoría absoluta. Y es que Ayuso, llamada tarde o temprano a ocupar el lugar de Feijóo, representa hoy por hoy el verdadero liderazgo del PP.

Incertidumbre en Génova

Hay un dato sorprendente y difícil de explicar. Feijóo obtuvo anoche 1.442.529 votos en Madrid frente a los 1.599.186 que consiguió Isabel Díaz Ayuso en las pasadas municipales del 28-M. Es decir, en dos meses, y a pesar del interés que habían despertado estas elecciones, el PP ha perdido en Madrid 156.660 votos.

Queda claro pues que la figura de Feijóo no tiene ni de lejos la capacidad de atracción de Ayuso. En el PP empieza a cundir la idea de Ayuso como líder capaz de movilizar a ese electorado que falta para desbancar a la izquierda. Ahora, el futuro de Feijóo queda a expensas de lo que haga el PSOE.

Si Sánchez logra formar una mayoría en el Congreso, lo más probable es que el PP propicie la caída de Feijóo y el ascenso de Ayuso. La presidenta madrileña no solo tiene liderazgo sino también una posición más desacomplejada respecto de Vox. Algo que muchos ven como el error del PP en esta campaña.

Si Sánchez no consigue ensamblar una mayoría y hay repetición de elecciones, Feijóo seguirá en su sitio para intentarlo una segunda vez. Habrá que ver entonces si lo consigue, o se confirma su incapacidad. Todos los caminos llevan a Ayuso, y la única duda es el cuándo.