Isabel Díaz Ayuso y Alejandro Fernández, el faro que guía a Alberto Núñez Feijóo

Isabel Díaz Ayuso se ha convertido en la presidenta de facto del PP, ante la retahíla de desaciertos que inhabilitan a Alberto Núñez Feijóo. La presidenta de los madrileños ha dejado claro este lunes que “yo con Junts no iría ni a la vuelta de la esquina”, siguiendo así el camino que ya marcó en su día el presidente del PP catalán, Alejandro Fernández.

El sector duro del partido, representado por Ayuso en Madrid y Fernández en Cataluña, son ahora mismo la última esperanza de un PP desnortado. Las últimas informaciones sobre el supuesto indulto que prometió Feijóo a Puigdemont vuelven a poner en entredicho al jefe de la oposición. Y lo hacen en el peor momento, en plena crisis del Gobierno de coalición por el bloqueo de la ley de amnistía.

Ahora la cuestión es si Alberto Núñez Feijóo está capacitado para seguir liderando al PP en la carrera hacia la Moncloa. Y en caso contrario, si Isabel Díaz Ayuso es la candidata ideal para reunificar a la derecha y derrotar definitivamente al “sanchismo”. Parece que el PP está condenado a vivir con este debate, hasta que Ayuso releve a Feijóo.

El ocaso de Feijóo...

Pese a que Ayuso ha querido echar un capote a Feijóo en plena tormenta, ya es llamativo el hecho de que tengan que preguntar a la presidenta de los madrileños por la posición del PP. Feijóo parece un líder, desnortado y superado por los líos en los que él mismo se mete. Y todo en vísperas de las elecciones gallegas, donde el PP está al borde de perder la mayoría absoluta.

La filtración del presunto indulto que Feijóo prometió a Puigdemont es la culminación de una operación fallida del presidente del PP para atraerse el apoyo de Junts. En su obsesión por sacar a Sánchez de la Moncloa, y su insistencia en creer que Junts aún es Convergència, Feijóo acabó cayendo en la tentación. Las amenazas de Junts de contar un día lo que les propuso el PP puso a temblar a la cúpula de los populares.

Así, Feijóo vuelve a quedar señalado como ya ocurrió el pasado verano tras conocerse que había llamado a la puerta de Junts. En aquella ocasión fue Alejandro Fernández, líder de los populares catalanes, quien arremetió contra el presidente nacional. “Junts es muy rival, que alguien me diga qué hay que hablar con ellos”, afirmó.

Fernández ha estado al frente del PP catalán durante los años del Procés, y defiende la tesis de que no hay nada que hablar con el independentismo. Aquello abrió un cisma entre la dirección nacional y Alejandro Fernández. Este estuvo a punto de ser relevado, pero finalmente resistió y ahora su tesis coge fuerza.

...y el auge de Ayuso

El nombre de Isabel Díaz Ayuso vuelve a sonar como sustituta de Feijóo al frente del PP. La presidenta de los madrileños vuelve a estar de moda tras conseguir atraer a la Fórmula 1 y por los buenos datos de la sanidad en su comunidad. Mientras Feijóo cada vez genera más dudas, la estrella de Ayuso sigue ascendiendo.

La madrileña ya marcó el paso de Feijóo con la convocatoria de la manifestación contra la amnistía. Aquello consolidó la sensación de que el moderado Feijóo no es el indicado para guiar al PP en estos momentos cruciales. Y que en cambio Ayuso es la figura ideal para enfrentarse al “sanchismo” a la vez que ocupa el espacio de Vox.

Cuando Feijóo estaba en la cuerda floja, tras la decepción electoral y los pactos con Junts, los barones salieron a defenderle. El gallego se ganó una segunda oportunidad gracias a un debate de investidura donde mostró hechuras de presidente. Pero no ha tardado en meterse en otro fregado, y los barones empiezan a dudar seriamente.

En los corrillos del partido tienen claro que tarde o temprano Ayuso acabará relevando a Feijóo, la cuestión es cuándo. Por ahora predomina la idea de que no es el momento para abrir una crisis de partido con la sucesión, sino de estar fuertes y cerrar filas antes los meses decisivos que vienen. Si el Gobierno descarrila y hay elecciones anticipadas, el candidato será Feijóo, pero si hay una legislatura larga y el PSOE se hace fuerte, no se descarta que el PP precipite la sucesión.