Plano detalle de los Mossos d'Esquadra
POLÍTICA

2024, el año en que la inseguridad se situará en el centro del debate político

Los datos provisionales de criminalidad en Cataluña ponen aún más de relieve una cuestión que, hasta ahora, se ha tratado de aislar del debate político

La inseguridad en las calles de muchos municipios de Cataluña es un tema recurrente en cualquier conversación mundana. Las okupaciones, hurtos, robos de mayor gravedad o incluso delitos de trascendencia han ido copando en los últimos meses y años, como una gota malaya, la comidilla de muchas localidades y barrios catalanes. No es, pues, una cuestión novedosa, si bien en el transcurso del año que acabamos de dejar atrás, la percepción de ‘crescendo’ de la inseguridad callejera ha ido a más.

En paralelo, los medios de comunicación masivos y sus respectivas coberturas informativas no parecen corresponder, de forma proporcionada, a esta preocupación de la ciudadanía. La amnistía, la guerra entre Palestina e Israel u otras cuestiones de corte meramente político o económico ocupan la mayor parte de minutos de radio y televisión; así como de páginas de prensa. Muy a menudo han sido las redes sociales las principales difusoras de alertas sobre cuestiones de inseguridad.

Sin embargo, es cierto que esta tendencia ha comenzado a cambiar durante el pasado 2023. El aumento de los hechos delictivos en Cataluña ha obligado a los medios tradicionales a ceder atención a la cuestión de la inseguridad. Desbordada cualquier previsión en cuanto a números —los datos provisionales de este 2023 son una evidencia—, la delincuencia y la criminalidad han estallado en las calles de muchas localidades, así como en los medios de comunicación tradicionales.

Ahora que, en definitiva, ya se habla abiertamente de la cuestión y parece haberse roto la ‘omertà’ —impuesta o autoimpuesta— sobre la inseguridad, el tema parece estar a punto de trascender a la órbita política. Con el debate ya en los medios de comunicación masivos tras su estallido durante el año 2023, todo parece indicar que 2024 será el trampolín definitivo. Ahora que ya se reconoce la existencia del problema, todo apunta a que este va a ser el año en que la inseguridad se situará en el centro de la arena política en nuestro país.

Imagen de un Mosso d'Esquadra de espaldas delante de un coche de la Policía Local en la Bisbal d'Empordà

Los datos hablan por sí solos: la criminalidad se dispara en Cataluña en 2023

Para tratar de dimensionar en qué momento se hallan los índices de criminalidad a Cataluña, lo más prudente es esperar a la publicación de los datos definitivos. Con el cierre del año, se calcula que a finales del mes de enero se harán públicos los índices detallados de delincuencia por parte de Interior. Sin embargo, sí se conocen ya los datos del Balance de Criminalidad del Ministerio del Interior hasta el tercer trimestre de 2023, es decir, de enero a septiembre.

En este periodo, las infracciones penales en Cataluña se situaron en 377.723, es decir, 1.386 de media cada día. Una auténtica barbaridad, en una cifra que incluye agresiones sexuales, homicidios y asesinatos, robos y hurtos de todo tipo, secuestros y delitos de tráfico de drogas. La cifra sorprende aún más cuando se constata que hay un aumento del número de delitos en un 6,5% con respecto a 2022 y del 33,66% en comparación con 2021.

Los datos ya habían crecido notablemente durante los años previos a la pandemia —2018 y 2019—, muy por encima de los ejercicios previos. Tras descender notablemente durante la época del covid y las medidas sociales, rápidamente han recuperado vigor hasta superar cualquier dato anterior. Si miramos los datos del 2023 (hasta septiembre) y los comparamos con el mismo periodo del año anterior, podemos observar los incrementos.

Cataluña ha registrado 52 homicidios (40 el año anterior), casi 19.000 robos con violencia, más de 20.000 robos en domicilios —la única cifra que disminuye pero de forma anecdótica, un 0,2%— y 6.288 robos de vehículos (5.300 un año atrás). Las agresiones sexuales se disparan: 1.213 en 2023; por 925 en 2022 y 462 en 2021; y el tráfico de drogas va a más, con 3.200 infracciones en los primeros 9 meses del año, 300 más que en el periodo anterior.

Primer plano de Marc Buch hablando delante de dos micrófonos, con un fondo de madera y un trozo de una Senyera

Preocupación a pie de calle: los alcaldes empiezan a alzar su voz

Si los números saltan a la vista, los casos que esconde cada uno de ellos agotan la paciencia de la ciudadanía que se ve afectada por estos delitos. Si crecientes son los índices de criminalidad en Cataluña, también asciende de forma clara la indignación en muchas localidades catalanas. Comunidades de vecinos, plataformas de barrio e incluso ayuntamientos, con sus alcaldes al frente, ya han comenzado a alzar sus voces.

Este 2023 ha sido el año del estallido de la inseguridad en muchas calles de Cataluña, con casos que han logrado una atención mediática inédita. El más flagrante es el de Calella, protagonizado por un grupo de once jóvenes, antiguos menores inmigrantes extutelados por la Generalitat. Desde mayo, el grupúsculo acumula más de 260 detenciones por pequeños delitos, y el alcalde la localidad, Marc Buch, de Junts, pidió su expulsión a causa de esta multireincidencia.

Sus palabras causaron una gran polémica, con la izquierda atacando a Buch, pero suscitó una imagen clarificadora. Todos los alcaldes de Junts en la comarca del Maresme posaron a su lado, apoyando su petición. Una evidencia de que algo se mueve en el mundo local y en el universo posconvergente por lo que al debate migratorio se refiere.

Manresa, Vic, Figueres o Badalona han sido, entre muchas otras ciudades, foco de episodios de inseguridad que han trascendido a los propios municipios. Ello prueba que estamos ante un reto estructural que, ante el desborde sufrido en los últimos tiempos, la política deberá afrontar este 2024.

Joan Ignasi Elena, durante una sesión en el Paralment

2024, el año en que la inseguridad tomará protagonismo político

El debate de la inseguridad va a ser ineludible en la política catalana e incluso en el ámbito nacional. En muchos ayuntamientos, la cuestión ya se ha ubicado encima de la mesa, si bien es cierto que, más allá de presión a las instituciones competentes, poco pueden hacer los gobiernos locales. En Cataluña, es el departamento de Interior comandado por Joan Ignasi Elena quien debe abordar la cuestión.

En el Parlament, Vox ha introducido la cuestión de la inseguridad en algunas de sus intervenciones. Pero, ante la envergadura que toma día tras día, otros grupos como el PP o incluso el PSC también lo han hecho, como es el caso de los episodios de Calella, hace tan solo unas semanas.

Montaje con un primer plano de Sílva Orriols y de fondo una imagen desenfocada del hemiciclo del Parlament con varios diputados sentados

También este 2024 podría propiciar un Parlament que reflejara de forma más clara la preocupación de la calle por la seguridad. Unas elecciones autonómicas adelantadas podrían dar entrada a Aliança Catalana, el partido de la alcaldesa de Ripoll, Sílvia Orriols, con un discurso absolutamente desenfadado y claro en este ámbito. Orriols podría coincidir en esta cuestión con grupos situados en sus antípodas a escala nacional.

Con esta coyuntura, pues, 2024 se abre con una conclusión más que presumible: si 2023 ha servido para el estallido de la inseguridad en la calle y en los medios, 2024 debería significar su traducción política. Una de las mayores preocupaciones de los catalanes está abocada, en definitiva, a situarse donde debería estar: en el centro del debate político en Cataluña. Ahora sí, es cuestión de semanas.

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