Inmigrantes cargan contra el alcalde de Girona, de la CUP, por un desahucio
El desahucio de un grupo de jóvenes inmigrantes por parte de la policía municipal ha creado tensiones dentro de la CUP
Está claro que problema de la seguridad en Cataluña es un problema grave. Este sumado a las disputas que hay sobre la ley de vivienda, crean un clima de lo más hostil. Para muestra, un botón.
Y es que el pasado 18 de enero, la Policía Local de Girona desahucio a 5 jóvenes inmigrantes en un piso en esta localidad. Al parecer, y tal como denuncian desde la Organización Juvenil Socialista del Gironés, la policia municipal los desahució sin previo aviso, dejándolos en la calle. Las formas en las que se ha llevado a cabo y sobre todo quién está detrás del desahucio roza la más absoluta contradicción.
Tras las elecciones municipales del 28-M, en Girona, el partido que gobierna es la CUP. Sí, los mismos que esta semana le echaban en cara al Parlament no destinar mil millones de euros para la construcción de viviendas púbicas.
La CUP se contradice en Girona
La decisión que supuestamente ha tomado el alcalde de Girona, Lluc Salellas, ha levantado muchas ampollas. Si de por sí, algunos usuarios de X, ya han recriminado al ayuntamiento esta acción, lo cierto es que dentro de la CUP, esta decisión tampoco se ha acabado de entender. De hecho, la decisión de Salellas ha generado tensiones dentro del propio partido.
Hace un mes, el alcalde de Girona calificaba de “reprobables” las imágenes que se grabaron tras una pelea en la discoteca Platea, en la calle de Jeroni Reial de Fontclara. Lluc Salellas pedía incrementar la actividad policial para evitar estos incidentes. Y es que la criminalidad en Girona ha crecido en un 5,5%, algo que parece preocupar al alcalde pero no a la CUP.
Sin embargo, con el desahucio de estos inmigrantes, la propia CUP se ha contradicho. Días después del incidente en la discoteca Platea, Basha Changue acusaba en el Parlament a otros partidos independentistas de criminalizar la inmigración. Según la diputada, “en lugar de dar a entender que los migrantes y descendientes son delincuentes potenciales, hace falta ir a la raíz de la cuestión: el modelo de convivencia”.
Ahora, desde el Ayuntamiento de Girona, han hecho aquello de lo que su partido se queja: criminalizar la inmigración. Desde luego, la decisión que ha tomado el equipo de gobierno de Lluc Salellas es contraria a aquello que defienden desde la CUP, algo que ha creado tensiones dentro del partido.
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