Carles Puigdemont en primer plano saludando con cara sonriente
POLÍTICA

El independentismo ya sueña con el regreso de Puigdemont a Cataluña

El procés necesita un hecho histórico para salir de su letargo

El triunfal regreso de Valtònyc a Cataluña ha desatado la euforia del independentismo, que ya fabula con la vuelta del presidente pródigo. Si las negociaciones entre el PSOE y Junts avanzan y hay amnistía, Carles Puigdemont podrá volver a la tierra prometida. Y esta posibilidad despierta muchas pasiones por su indiscutible carga simbólica.

Desde la declaración frustrada de independencia y la fuga de la cúpula al extranjero, el independentismo sueña con la vuelta de Puigdemont a Cataluña. La estrategia del exilio no ha funcionado, y el procés se ha degradado al mismo ritmo que el liderazgo del expresident. Su vuelta a casa resulta pues fundamental para resucitar las viejas utopías.

Hoy hace precisamente seis años que Carles Puigdemont emprendió el camino del “exilio”. Y la prensa procesista lo rememora con la expresión de un deseo, preguntándose si será el último aniversario fuera de Cataluña. El camino para su vuelta, no obstante, parece no estar tan clara como algunos desearían.

No será tan sencillo

La foto de Carles Puigdemont al lado de Valtònyc antes de que este emprendiera el camino de vuelta a casa encierra un poderoso mensaje. ¿Está más cerca el expresident de volver a casa como el rapero mallorquín? En realidad todo es más complicado de lo que pudiera parecer a simple vista.

PSOE y Junts parecen tener muy encarriladas las negociaciones para la investidura de Pedro Sánchez a cambio de la amnistía. Según fuentes de la negociación, el PSOE aprieta el acelerador para celebrar el debate de investidura los días 7 y 8 de noviembre. Pero esto no significa que Puigdemont pueda volver inmediatamente.

Plano medio de Carles Puigdemont de pie detrás de un atril con un fondo azul en una rueda de prensa en Bruselas

PP y Vox tienen la intención de poner en marcha todos los mecanismos legales para frenar la ley de amnistía. Esta tendrá que pasar por un complejo entramado de filtros jurídicos que acabaría con la decisión definitiva del Tribunal Constitucional. Además de que esto alargará los plazos para su aprobación, nadie asegura que el TC vaya a dar luz verde.

Junts necesita a Puigdemont

Aunque no ocupa ningún cargo orgánico, Carles Puigdemont sigue siendo el líder de Junts. Sus años en el extranjero han lastrado electoralmente a Junts, que han visto como ERC les comía la tostada tanto en el Govern como en el poder territorial. El partido de Puigdemont le necesita más que nunca para recuperar la hegemonía.

El regreso de Carles Puigdemont como un nuevo Tarradellas sería la estocada definitiva a una ERC muy tocada. El ocaso de Oriol Junqueras y la impopularidad de Pere Aragonés arrojan un triste panorama para los republicanos. La incógnita es saber como se reajustarán las alianzas entre PSC, ERC y Junts de ahora en adelante.

El otro foco es el independentismo radical, que ya ha amenazado con una lista cívica si Junts inviste a Pedro Sánchez. Una vez más, el regreso de Puigdemont será clave para que Junts pueda resistir este pulso. Es evidente que si Junts da el sí al PSOE es porque ha valorado que las ventajas son mayores que los inconvenientes.

El contador a cero

Junts venderá el acuerdo con el PSOE como un triunfo histórico del independentismo. La amnistía permitirá a Cares Puigdemont volver, ponerse a los mandos del Procés y apartar al Govern “autonomista” de ERC. La amnistía será solo el punto de partida para una carrera que tiene que llevar a la independencia.

Montaje fotográfico con los 2 líderes independentistas Puigdemont y Junqueras, con Pedro Sánchez en primer plano y una manifestación llena de esteladas de fondo

Carles Puigdemont tendrá que decidir entonces si el objetivo es un nuevo referéndum o la vía unilateral. La ANC ya ha avisado de que los catalanes ya votaron en 2017 y que la tarea de los partidos tiene que ser hacer efectivo el mandato del 1-O. Puigdemont se encontrará pues en el epicentro del debate estratégico.

Está claro que la amnistía reabre el debate de los liderazgos en el independentismo. Carles Puigdemont está llamado a llenar el vacío que Pere Aragonès no ha conseguido ocupar con suficiente convicción. De momento, el independentismo sueña con que esta sea el último aniversario de Puigdemont en el exilio.

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