Plano medio de Salvador Illa en un mitin del PSC rodeado de banderas rojas del partido, sonriendo y levantando su dedo pulgar en señal de victoria
POLÍTICA

Illa pone las bases para lograr su investidura tras el fracaso en el Parlament

A pesar del malestar del PSC con ERC, los socialistas confían en lograr su apoyo para volver a la Generalitat

El cabreo en el PSC tras ver cómo ERC pactaba la Mesa del Parlament con Junts era evidente en los pasillos de la cámara catalana. También en la sala de prensa, dónde Alicia Romero -número dos de los socialistas- no podía esconder su malestar respecto a la decisión tomada por los republicanos.

Además, el enfado del PSC no solamente fue provocado por el fracaso de las negociaciones que tenían ya adelantadas con ERC. Esquerra justificó su pacto con los de Puigdemont con la excusa de que priorizaban una “Mesa antirrepresiva”. Un argumento que no gustó en absoluto a las filas socialistas, que reivindican que son precisamente el PSOE y el PSC quiénes han impulsado la ley de amnistía.

Salvador Illa antes de reunirse con UGT

A pesar de este estado de ánimo de los socialistas, en el PSC quieren aprender la lección rápidamente para que no vuelvan a colapsar otras negociaciones con ERC, en este caso, para la investidura de Salvador Illa. Y en estas conversaciones se centran ahora todos los esfuerzos socialistas.

Tanto Salvador Illa como Alicia Romero han dejado claro en las últimas horas que la prioridad es pactar esta investidura con Esquerra y los Comuns. “Este es el camino”, aseguraba el líder socialista mientras reivindicaba la “mayoría progresista” que hay actualmente en el Parlament.

Para no volver a fracasar, Salvador Illa aseguraba ayer en RTVE que afrontará las negociaciones con ERC con “generosidad” y “mano tendida”. En este sentido, lo que pasó el lunes en el Parlament ha servido para ver las orejas al lobo. Y el líder del PSC sabe que solamente será president de la Generalitat si consigue seducir a los republicanos.

Las exigencias de ERC y el plan del PSC

Esquerra ya ha puesto encima de la mesa las condiciones que exige para investir a un presidente, sea Illa o Puigdemont: avanzar hacia el referéndum, financiación singular y la lengua catalana como eje central. Otra de las exigencias de los republicanos es que se mantengan algunas de las políticas que impulsó su Govern en los últimos años.

Raquel Sans, portavoz de ERC, en una rueda de prensa en la sede del partido

Ante estas peticiones, Salvador Illa parece estar dispuesto a explorar todas las opciones. “¿Se tiene que mejorar la financiación[de Cataluña]? Sí”, dijo ayer claramente el líder del PSC. De hecho, Illa también prioriza “hablar de educación, sanidad, movilidad, vivienda, infraestructuras y reducción de desigualdades”. Es decir, unos aspectos que podrían seducir perfectamente a los republicanos.

Aún faltan muchos capítulos por ver en esta serie llamada investidura. Para empezar, si será Illa o será Puigdemont el primero que se someterá a ella. Sin embargo, las posiciones están claras y las bases están puestas. Esquerra exige cuestiones asumibles para el PSC y estos parecen dispuestos a ceder ante ellos, ya que los republicanos no ponen sobre la mesa posiciones maximalistas (véase la diferencia entre “avanzar hacia el referéndum” y “exigir un referéndum”, por ejemplo).

Lo que está claro es que el PSC sigue negándose a abstenerse a una investidura de Puigdemont y que pondrá toda la carne en el asador para convencer a una ERC que, eso sí, deberá consultar con su militancia un posible acuerdo con los socialistas. Tanto Illa como Puigdemont tienen tiempo para negociar hasta el 25 de agosto, que será el día en el que se convocará automáticamente la repetición de elecciones si ningún candidato logra tener los apoyos necesarios para ser investido.

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