La hipocresía de Sánchez: utiliza ahora el Constitucional contra la independencia

La aprobación de la Ley de Amnistía acordada entre el PSOE y los partidos procesistas es solo el punto de partida de las diferentes estrategias. Mientras ERC y Junts presentan la amnistía como la puerta al referéndum de autodeterminación, Pedro Sánchez trata de marcar distancias con los independentistas. A esto obedece la orden que ha dado hoy el presidente del Gobierno, sobre la iniciativa legislativa popular impulsada en el Parlament.

Pedro Sánchez ha ordenado recurrir ante el Tribunal Constitucional (TC) la ILP sobre la independencia, admitida a trámite en el Parlament. Se trata de una iniciativa presentada por una entidad soberanista, para forzar la declaración unilateral de independencia en el Parlament de Cataluña. Con su recurso ante los tribunales, Sánchez quiere dejar claro que el Gobierno no permitirá que se crucen las líneas rojas de la Constitución.

La decisión llega además en un momento de zozobra entre el Gobierno de coalición y sus socios independentistas. La caída del Govern en Cataluña y la carrera electoral del 12-M ha abierto una crisis entre los socialistas, por un lado, y ERC y Junts, por otro. En Ferraz creen que ha llegado el momento de marcar un perfil más duro con los de Oriol Junqueras y Carles Puigdemont.

Recurso ante el Tribunal Constitucional

Pedro Sánchez ha ordenado recurrir la ILP sobre la independencia en base al artículo 161.2 de la Constitución. El Consejo de Ministros aprobará este martes la decisión, atendiendo al informe previo del Consejo de Estado. Según la normativa, “la impugnación producirá la suspensión de la disposición, pero el Tribunal deberá ratificarla o levantarla en un plazo no superior a cinco meses”. La decisión, crucial para las relaciones entre el Gobierno y los partidos independentistas, surge del propio Pedro Sánchez.

El presidente del Gobierno quiere imponer su autoridad frente a aquellos que le acusan de estar sometido al independentismo. La decisión se ha precipitado después de que la secretaria general de ERC, Marta Rovira, anunciara que ya están negociando el referéndum de autodeterminación con el PSOE. Los socialistas lo han negado, y ahora presentan este recurso como la prueba del algodón de su compromiso con la Constitución.

El PSOE sigue la línea marcada por el PSC, que el pasado jueves presentó un recurso de inconstitucionalidad contra la tramitación de la ILP en el Parlament. Pero en este caso, el recurso del Gobierno paraliza inmediatamente el recorrido de la iniciativa, que ahora tendrá que esperar a la resolución de los tribunales. Esto supone un desafío sobre todo hacia Junts, después de la aprobación de la Ley de Amnistía.

Desafío de Pedro Sánchez a Junts

Hay que recordar que Junts votó a favor de esta iniciativa legislativa, mientras ERC optó por la abstención. Su tramitación da un plazo para que la entidad impulsora recoja firmas, para obligar a los partidos del Parlament a posicionarse sobre la independencia. Esto incomoda enormemente a ERC, que lleva tiempo defendiendo la estrategia de la negociación frente a la unilateralidad.

En cambio, Junts votó a favor como una demostración de que no ha abandonado del todo la vía unilateral como dicen algunos. El informe de los letrados alertaba de la inconstitucionalidad del texto, que “no se ciñe al ámbito estricto de las competencias de la Generalitat”. Además, recordaba que “cualquier regulación que altere o contradiga el diseño constitucional requiere de una reforma previa de la Constitución”.

El PSOE entendió el voto afirmativo de Junts como una nueva provocación de Junts, que tarde o temprano tendría que tener respuesta. Esta llega ahora con una decisión personal de Pedro Sánchez, que quiere dejar clara la relación jerárquica entre el partido del Gobierno y sus socios de coalición. Hay en ello también un intento de echar un cable a Salvador Illa para marcar distancias de ERC y Junts en la campaña electoral catalana.