Un hombre con gafas y traje oscuro habla en un podio de madera en un entorno formal.
POLÍTICA

¿Por qué el Govern anuncia ahora los cambios en la DGAIA tras meses de silencio?

La Sindicatura de Cuentas alertó por primera vez de las irregularidades en abril de 2024

La consejera de Derechos Sociales del Govern, Mònica Martínez Bravo, ha anunciado este lunes ambiciosos cambios para una “transformación estructural” de la DAGIA. La Dirección dejará de gestionar la contratación y las prestaciones, y estará controlada por dos unidades externas. Además, se incorporarán 300 nuevos profesionales hasta 2027, y se actualizará el modelo de gestión con avances tecnológicos, logísticos y de planificación.

Una persona con cabello rubio y traje oscuro sostiene un micrófono mientras está de pie en un entorno formal con alfombra roja.

El Govern ha anunciado los cambios de forma precipitada tras estallar el escándalo de una menor tutelada que fue víctima de una red de pederastia. Pero la DGAIA lleva meses en el ojo del huracán por los escándalos de corrupción sin que el gobierno diera un paso al frente. Esto añade escepticismo a los cambios anunciados este lunes.

La pregunta que se hacen muchos ahora es por qué el ejecutivo ha tardado tanto en mover ficha y por qué lo ha hecho solo cuando ha sido inevitable. La explicación puede estar en el pacto de silencio entre los socios de gobierno. El acuerdo de investidura ha obligado al PSC a proteger a su socio prioritario, ERC, principal señalado por la corrupción en la DGAIA.

Cronología de la crisis

El Govern anuncia cambios estructurales en la DGAIA más de un año después del informe que hizo saltar las alarmas. Fue en abril de 2024, cuando la Sindicatura de Cuentas alertó claramente de varias irregularidades durante el período 2016-2020.

El informe, que abarcaba los años en los que la DGAIA estuvo bajo control de ERC, apareció en vísperas de las elecciones catalanas (12-M). Salvador Illa acabó siendo investido gracias a los pactos con los Comuns y, sobre todo, con Esquerra. Los tres partidos votaron en contra de una propuesta de resolución que instaba a aplicar directamente las recomendaciones de la Sindicatura.

Esto ocurrió el 21 noviembre de 2024, cuando ya estaban apareciendo informaciones sobre las irregularidades. Pero estas informaciones no aparecieron en la prensa generalista catalana. El pacto entre los partidos de gobierno y el silencio de los medios permitieron enterrar temporalmente la cuestión.

El PSC creía poder capear una crisis que afectaba directamente a uno de sus socios. Pero algunos medios independientes y la denuncia del escándalo por parte de la oposición aumentaron la presión. Ante esto, empezó una escalada que llevó al escándalo de la red de prostitución.

Excusas y pasos en falso

El PSC y los Comuns compraron desde primera hora las excusas de ERC para tapar su responsabilidad en las irregularidades de la DAGIA. Excusas como el aumento de la llegada de menores no acompañados (menas), la pandemia y el 155. Pero, sobre todo, utilizaron el agumento de no tocar el tema para no alimentar la extrema derecha.

Esto coincidió con algunas decisiones erráticas del Departamento de Derechos Sociales. Especialmente la decisión de cesar a la directora de la DGAIA seis meses después de haber sido puesta en el cargo por el mismo gobierno socialista. Nunca se dio una justificación de peso.

Dos hombres dándose la mano en un entorno arquitectónico elegante.

El Govern argumenta ahora que llevaban tiempo planeando los cambios anunciados hoy. Pero la realidad es que solo los han anunciado cuando el escándalo ha adquirido la dimensión de una crisis que amenazaba con arrastrar al propio gobierno. Y cuando la prensa pública y subvencionada no ha tenido más remedio que hacerse eco del caso.

En el aire queda la sospecha de un encubrimiento mutuo entre los partidos de gobierno, a quienes ahora ha entado la prisa por esclarecer los hechos y transformar la DGAIA. Entre otras cosas, han anunciado una comisión de investigación en el Parlament que la oposición denuncia como un intento de "tapar las vergüenzas".

¿Cambios reales?

El PSC ha cambiado claramente de posicionamiento, desde la tibieza hasta la contundencia con los cambios anunciados. Estos no dejan de ser un reconocimiento tácito de lo que la oposición lleva tiempo advirtiendo: que estamos ante un escándalo de dimensiones descomunales.

Aun así, PSC y Comuns insisten en proteger a ERC diciendo que lo toca ahora es hacer cambios y no buscar culpables. Son conscientes de que el escándalo mancha a todos los principales partidos en mayor o menor medida y evidencia el fracaso de los últimos gobiernos en Cataluña. Entre ellos Junts, que también ha mostrado un comportamiento errático.

El Govern ha anunciado medidas voluntariosas, sobre todo en lo que se refiere al control y fiscalización de estos organismos. Pero observando la cronología del caso, muchos tienen dudas sobre la posibilidad de un cambio real. Sobre todo si cambia todo, menos los protagonistas.

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