Un hombre calvo con gafas en primer plano y una mujer hablando en un podio en el fondo.
POLÍTICA

Gonzalo Boye se suma a la campaña contra Sílvia Orriols y acaba saliendo trasquilado

Junts lleva a cabo una ofensiva contra Aliança Catalana, en competencia por el espacio independentista

La irrupción de Aliança Catalana en el Parlament de Cataluña ha causado inquietud en los cuarteles generales de ERC y Junts. Especialmente en el partido de Carles Puigdemont, que compite directamente por el espacio del independentismo conservador y de orden. Con la intención de atar en corto a los identitarios desde el primer minuto, el convergente Josep Rull utilizó este miércoles su posición en la presidencia del Parlament para llamar al orden a la diputada Sílvia Orriols.

Era la primera intervención de la alcaldesa de Ripoll y ahora diputada en el Parlament, y su discurso había despertado mucha expectación. No decepcionó. Orriols dio un soberano repaso a ERC y advirtió a Junts de las condiciones para su apoyo a la investidura de Puigdemont: “Si quieren nuestros votos empiecen a redactar una Constitución catalana y una ley de extranjería potente”.

El presidente de la cámara, Josep Rull, le advirtió que “de conformidad con la jurisprudencia del Tribunal Europeo de Derechos Humanos, la libertad de expresión no ampara el discurso de odio. Por eso esta presidencia será absolutamente escrupulosa a la hora de advertirle y de tomar decisiones si hace falta”.

Gonzalo Boye, el abogado de Carles Puigdemont, se ha sumado a la ofensiva convergente contra Sílvia Orriols. Lo ha hecho compartiendo la advertencia de Josep Rull, y añadiendo el mensaje “bien hecho”. Las reacciones no han tardado en aparecer.

Le recuerdan a Gonzalo Boye que "la verdad nunca puede ser un discurso de odio, la ocultación de la verdad sí que los es además de ser un fraude y que es tratar a los ciudadanos como niños".

Ya lo tenía preparado

Además, el exdirigente de ERC Marc Ges hace notar que "parece que la respuesta del presidente[Josep Rull]ya la tenía preparada antes de escuchar a Sílvia Orriols". Le pregunta "dónde detecta usted un posible discurso de odio, discrminación e incitación a la violencia".

Muchos no entienden el por qué de la advertencia y coinciden en que fue algo premeditado. Acusan a Josep Rull de “amenazar a una diputada coartando su derecho a expresarse”, y consideran un error adelantarse a algo que aún no ha pasado. “Todo esto en un discurso de dos minutos”, hacen notar, “¿os dáis cuenta de la oleada que viene?”

En ERC y en Junts son conscientes que la vehemencia de Sílvia Orriols en temas como la independencia y la inmigración amenaza con ahondar aún más en la crisis de confianza del procesismo. Ante un inminente adelanto electoral que podría aumentar el apoyo hacia AC, Junts intenta neutralizar por todos los medios el ‘efecto Orriols’. La pregunta es si utilizar la presidencia del Parlament como cortafuegos es una buena estrategia o tendrá el efecto contrario.

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