Imagen de una agenda del Parc Natural de la Serra del Montsant 2023-2024 en la que se ve una cabra en la portada y otra agenda abierta con varios textos y una sopa de letras
POLÍTICA

La Generalitat más woke: eliminan la palabra 'mora' de un topónimo

De paso, cometen una ilegalidad flagrante

Entre las mentes que controlan la Generalitat, la astucia –da igual lo de Artur Mas- y la intrepidez no abundan y así se demostró el 1 d’Octubre. Con todo, cuesta encontrar una demostración de pacatería medrosa como la que nos acaban de regalar ahora. 

¿Qué han hecho? Renombrar un enclave anejo al Castell de Siurana como Salt de la Reina. Antes, conviene explicitarlo, se llama en realidad Salt de la Reina Mora. De aquí a ver a un conseller o director general excusándose de cualquier acto porque tiene que ir a fer popó sólo les queda un paso.

¿De qué hablamos exactamente?

Ni más ni menos que de un enclave que se conoce por su nombre original desde, por lo menos, el siglo XII. En aquella época, Siurana estaba en manos de los musulmanes y su castillo se consideraba una plaza fuerte que los cristianos querían rendir. La fortaleza, creían sus dueños, era inexpugnable. Por ello, los caudillos –o reyes, evidentemente moros- que la controlaban no tenían problema  en organizar juergas, banquetes y cuchipandas mientras los cristianos sitiaban la plaza.

En medio de una de tales jaranas, una flecha impacto enmedio de la mesa en la que los sarracenos señores del castillo disfrutaban de las viandas y le fiesta. Cuando trataron de huir, comprobaron estupefactos que el enemigo estaba ya en el patio y había tomado el castillo.

Abdel Assia, la reina del lugar, trató de huir a lomos de un caballo, pero, viéndose casi capturada y sin más salida que despeñarse, tomó una decisión. ¿Cuál fue? Encarar su montura hacia el abismo sobre el que se levanta la fortaleza porque prefería morir a ser prendida.

La historia, claro, es una leyenda, pero los lugareños cuentan que, en la roca, todavía está la marca de los cascos del caballo. Sea como fuere y desde hace siglos, el barranco se conoce como Salt de la Reina Mora. Y tanto es así que aparece, según explican en el para nada sospechoso portal Racó Català, hasta en el Nomenclátor Oficial de Toponímia Major de Catalunya.

Procesismo 'Woke'

Con todo, a alguien en la Generalitat le ha parecido que eso de hablar de moros, a estas alturas y en la muy progresista Catalunya, no procede.  Así, en la edición de la Agenda Escolar 2023-2024 que edita el Parc Natural de la Serra de Montsant, el nombre aparece recortado como Salt de la Reina.

En Racó Català son claros: advierten que estamos ante una vulneración normativa. ¿Por qué? Pues porque el Decreto 133/2020 que regula la toponimia en Catalunya establece que, en publicaciones destinadas a la enseñanza, los topónimos deben aparecer “en su forma oficial”. En suma, que lo que han hecho estas mentes bienpensantes equivale a llamar Lérida a Lleida en un texto escolar redactado en catalán. Lo de repetir curso, se les queda corto.

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