Montaje de Silvia Orriols y Gabriel Rufian

POLÍTICA

Gabriel Rufián no quiere 'tontear' con Sílvia Orriols

El líder de ERC en Madrid vuelve a la carga contra la líder de Aliança Catalana, en una curiosa estrategia


"Si eres un fascista, hablas como un fascista, votas como un fascista y defiendes cosas fascistas, eres un fascista, aunque tengas una estelada", decía este martes Gabriel Rufián sobre Sílvia Orriols. Da igual que su amigo y experto Jordi Borràs asegurara que no cualificaría a la líder de Aliança Catalana de fascista, Rufián es de simplificar y repetir mantras.

Decía lo mismo Joan Ramon Resina este lunes en Vilaweb: utilizar los -ismos es infantilizar la política y evitar debates necesarios en nuestro actual contexto. Sin embargo, no le podemos pedir milagros al portavoz de ERC en Madrid, que se ha sumado al carro de hablar de Sílvia Orriols mientras exigen que no se la deje hablar a ella.

"Llevar una estelada no te hace menos fascista", añadía Gabriel Rufián, que también ha añadido: "Tontear con el fascismo es muy peligroso, yo no lo haré nunca". Es curioso: le han preguntado muchas veces en redes al de ERC por qué considera que Aliança Catalana es fascista, pero Rufián ha evitado responder.

Silvia Orriols en Cafè d'Idees de RTVE

Él es de repetir una idea. Hace menos de dos semanas decía en el Congreso: "El fascismo es fascismo, por mucho que lleve una estelada como un camión detrás. Nuestra obligación es denunciarlo y decir que jamás pactaremos con el fascismo, a pesar de que lleve una estelada como un camión detrás". Pero no solo eso, lleva desde enero compartiendo publicaciones contra Sílvia Orriols.

Cada vez que personajes del entorno de Esquerra, como Joan Mangues, Verídic o concejales, atacan a Aliança Catalana, allí está Rufián para hacer retuit. Tontear quizás no, pero Gabriel no duda en dar bombo y platillo a la alcaldesa de Ripoll.

Es el juego que determinados partidos políticos de izquierda catalanes hacen desde hace semanas. Atacan duramente a Sílvia Orriols, la censuran, la silencian y se enfadan si la invitan a debates. Sin embargo, hablan de ella día sí, día también, proyectándola aún más y dándola a conocer. Una doble moral cargada de lecciones y con poco fundamento.

De hecho, a quien han tirado cosas, escupido, silenciado, agredido e insultado es a Sílvia Orriols. Curioso fascismo el que recibe violencia y no la ejerce. Lástima que a Rufián le va más el lema publicitario que la realidad.

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