Primer plano de Gabriel Rufián señalando a Oriol Junqueras muy sonrientes
POLÍTICA

Gabriel Rufián abre una grieta dentro de ERC hablando de Junqueras

El discurso de Rufián en Santa Coloma no causa indiferencia dentro de Esquerra, a la espera de los resultados del 12M

"Estoy orgulloso de haber visto Pere Aragonès presidiendo la Generalitat. Pero tengo un sueño: que algún día también la presida Oriol Junqueras". Esto es lo que decía Gabriel Rufián desde Santa Coloma el pasado martes en plena campaña electoral. Parece una declaración de intenciones sin más, pero dentro de ERC no todo el mundo lo ve así.

Es público y notorio que las relaciones de muchos dirigentes de ERC con Oriol Junqueras dejan mucho que desear. Si uno miraba el vídeo del otro día en Suiza, quedaba evidente que el actual presidente estaba distante con muchos altos cargos. Hasta con Marta Rovira, con quien se ha distanciado los últimos meses. 

A Junqueras se le señala por su comportamiento, por algunas actitudes que sus compañeros de partidos no comparten y por una cierta mala leche que le acompaña a todas las reuniones. El partido ha decidido dividirse entre Govern y partido, como si tratase de dos formaciones totalmente distintas. Junqueras tiene a Oriol Duran, a otros trabajadores y a Gabriel Rufián como aliado. Aragonès cuenta con toda la maquinaria de la Generalitat.

Lo normal es que el de Sant Vicenç dels Horts fuera ya pasado y tuviera los días contados en la política activa. Sin embargo, su estrategia dice todo lo contrario. Junqueras se ha embarcado en una especie de ruta por Cataluña para conocer "el territorio" y hacer propaganda en sus redes. Parece que espera su momento y el resultado del 12 de mayo.

Primer plano de Oriol Junqueras y Gabriel Rufián

Los nervios internos en Esquerra

Cargos internos del partido asumen que el resultado electoral no será bueno. No se resignan a caer por debajo de los 25 diputados, pero van interiorizando que quedarán en tercera posición y que solo podrán seguir en el Govern pactando. O hacen presidente a Salvador Illa o a Carles Puigdemont. No parece fácil y aunque así sea, solo unos cuantos podrán seguir cobrando sus 90.000 euros anuales. La Generalitat ahora es solo suya, en un gobierno de coalición ocuparían menos de la mitad de los cargos.

Los nervios son evidentes, porque nadie sabe quién podrá mantener su trabajo y quién no. Existe también la opción de que ERC se quede en la oposición, lo que significaría el desastre absoluto para la gran mayoría. Menos para Junqueras. Si los republicanos tienen un muy mal resultado y Pere Aragonès se ve obligado a dar un paso atrás, a irse, vuelve el turno de Oriol.

El candidato número 1 de ERC por Barcelona al Congreso de los Diputados, Gabriel Rufián, comparece tras conocer los resultados de la jornada electoral

Es lo que piensa el presidente y su pequeño entorno, donde está Gabriel Rufián. Si ERC entra en un periodo de crisis, no habrá debate ideológico, sino de liderazgos. Pere Aragonès ya ha dicho por activa y por pasiva que no sería consejero de un Govern con otro president, de modo que debería irse. Y, aunque los actuales dirigentes republicanos se hayan distanciado de Junqueras, no hay ningún perfil que pueda discutirle el liderazgo. De momento, claro.

La tensión es palpable en la calle Calabria, donde Esquerra tiene la sede. Mucha gente se juega muchas cosas -y dinero- el 12 de mayo. Paradójicamente, Oriol Junqueras es el único que gana si los suyos pierden.

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