
Francia, en alerta por el auge de los Hermanos Musulmanes: la islamización silenciosa
Emmanuel Macron ha reaccionado ante un inquietante informe de los servicios secretos franceses
Europa se encuentra en alerta por el auge del islamismo. Los líderes islámicos mundiales llevan décadas promocionando la islamización de las sociedades occidentales a través de diferentes métodos. Además, en los últimos años se ha producido un nuevo repunte de la actividad terrorista propiciado por el llamamiento a la yihad global tras la ofensiva en Gaza.

En este contexto, la noticia desvelada hoy por varios medios ha causado gran inquietud. El presidente francés Emmanuel Macron ha encargado al gobierno un plan para detener el avance de los Hermanos Musulmanes. Es la reacción a un informe oficial del Ministerio del Interior que alerta de la amenaza por la expansión de esta organización.
El informe advierte de que la expansión de los Hermanos Musulmanes supone una “amenaza para la cohesión nacional” en Francia. Macron ha pedido al gobierno tomar medidas contra la creciente islamización de Francia.
Proselitismo y acción humanitaria
Hermanos Musulmanes es un movimiento político islamista nacido en 1928 en Egipto. Su objetivo es la difusión mundial del islam en su vertiente más tradicional y conservadora.
La organización ha ido cambiando de métodos para conseguir su objetivo final, que es la islamización de todo el mundo. En el pasado se ha servido del terrorismo para imponer sus objetivos. Sin ir más lejos, los Hermanos Musulmanes están detrás de la masacre del restaurante El Descanso (1985), considerado el primer atentado islamista en España.
Pero con los años la organización ha ido cambiando su estrategia hacia el proselitismo y la penetración en las sociedades occidentales mediante la acción humanitaria. Hermanos Musulmanes está detrás de ONGs como Islamic Relief, y de todo tipo de asociaciones islámicas de carácter político y cultural.
Aunque también tiene presencia en España, en Francia han cogio un impulso preocupante. “Dada la importancia del asunto y la gravedad de los hechos constatados, Macron ha pedido al Gobierno que elabore nuevas propuestas”, ha informado el departamento de la presidencia. Las medidas serán examinadas en el Consejo de Defensa a principios de junio.
La islamización silenciosa
Francia se encuentra en una importante encrucijada por el aumento exponencial de la población islámica en su territorio. Lo cual está también propiciando una expansión silenciosa del islamismo a través de organizaciones de referencia como esta.
El informe habla de un avance del islamismo “desde abajo” y a nivel municipal, que supone una “amenaza a corto y medio plazo”. Advierte que no recurren a la violencia, pero existe un “riesgo sobre el tejido asociativo y las instituciones republicanas”. Según los servicios secretos franceses hay un riesgo real sobre la cohesión nacional.

Alertan de que el “islamismo municipal” podría tener efectos “crecientes” en el espacio público y la política local. Se está produciendo una “reproducción de ecosistemas islamistas” cada vez más numerosos.
Destaca además que el proyecto de los Hermanos Musulmanes es “subversivo”, y que su objetivo es modificar paulatinamente las normas y valores occidentales. Se enfocan sobre todo en la destrucción del laicismo y la igualdad de género.
Detalles inquietantes
El informe detalla cómo los Hermanos Musulmanes actúan de forma sutil. Mediante la ocupación de asociaciones culturales, deportivas, educativas y redes locales con apariencia neutral. Su objetivo no es inmediato ni violento, sino ideológico y gradual. Quieren instalar una sharia social que desplace los valores occidentales sin violencia.
La organización dispone de una estructura jerárquica, disciplinada y opaca, conectada con redes internacionales, especialmente en el Golfo. Forman a sus responsables locales en comunicación, gestión asociativa y normas islámicas. Su discurso público es bastante moderado, pero su objetivo es crear enclaves donde rija de facto (no de iure) la ley islámica.
Según el informe, en algunos barrios ya se imponen normas islamistas de facto. Hay mujeres que no pueden salir solas, asistir a clases mixtas o vestir como quieren, no por ley, sino por presión del entorno.
Utilizan estrategias como el uso de formaciones y charlas "laicas" como vía de adoctrinamiento. Organizan talleres sobre ciudadanía, salud o educación donde infiltran poco a poco sus referentes religiosos.
Ocupan los espacios que los poderes públicos han abandonado y están potenciando las redes sociales como medio de transmisión. Uno de los puntos más inquietanteses su verdadero objetivo es imponer una "normalidad paralela". No buscan derrocar el Estado por la fuerza, sino hacer que, en ciertas zonas, la República ya no sea la referencia.
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