Fracaso de la acampada pro Palestina en la Universitat Autònoma de Barcelona

El pasado 28 de mayo empezaron las protestas estudiantiles en la Universidad Autónoma de Barcelona (UAB). Y ayer se acabaron. Nueve días, pues, de protestas en forma de acampada.

Los estudiantes se lamentan de que “esta herramienta de lucha” no haya servido para que las autoridades universitarias hagan caso a sus peticiones. En cualquier caso, interpretan el fin de estas protestas como “el inicio de nuevas maneras de lucha”.

Se disuelven las protestas

Entre las múltiples cosas que se importan desde los Estados Unidos se encuentran las protestas estudiantiles. Las últimas han sido a propósito de la guerra en la Franja de Gaza. El llamado “movimiento estudiantil” se ha destacado por sus protestas, que por norma general han consistido en acampadas.

Esto ha dado lugar a resultados más o menos visibles, pero nunca del agrado de los estudiantes, que piden romper cualquier mínimo vínculo con Israel. Esta semana, por ejemplo, la Universidad de Lérida anunció que habían decidido no romper las relaciones con las universidades hebreas. Esto desencadenó algunas pequeñas protestas que se resolvieron con gritos, pintura y el personal de limpieza en acción.

Protestas con una “nueva forma”

Con la misma discreción, se han terminado las protestas en la UAB. El pasado 28 de mayo, diferentes colectivos de estudiantes anunciaron el inicio de las protestas/acampadas. Las reivindicaciones eran las mismas: romper todas las relaciones con el Estado de Israel:

Con una asistencia modesta, los estudiantes anunciaron ayer el fin de las protestas. Se lamentan de que la acampada no haya servido para evitar que sus peticiones “hayan sido ignoradas de manera reiterada”. Al mismo tiempo, pero, el rectorado dice estar comprometido con implementar ciertas medidas, que siguen sin ser del agrado de los estudiantes. Nadie, pues, parece estar contento.

En un comunicado hecho público a través de redes sociales, los estudiantes explican que, dentro de pronto, anunciaran la “nueva forma” que adquirirán sus protestas. El objetivo, insisten, es el mismo. “Estas demandas implicaban un cambio real que afectaba los intereses del Estado israelí y reducían su capacidad para ejecutar el genocidio del pueblo palestino con la misma impunidad que hasta ahora, gracias a la complicidad de los gobiernos del eje imperialista occidental y de los grandes poderes económicos y empresariales”.