Montaje con la presidenta de la ANC con Carles Puigdemont y Silvia Orriols a los lados y el parlamento catalán de fondo

POLÍTICA

El fiasco de la lista cívica de la ANC desata la guerra por el voto indepe

Sílvia Orriols se posiciona como candidata a atraer al independentismo indignado y el entorno procesista ya hace campaña


La Assemblea Nacional Catalana (ANC) dio a conocer este fin de semana los resultados de la consulta sobre la lista cívica. 3.758 socios votaron en contra de que la entidad concurra a las elecciones, frente a los 3.660 que votaron que sí. El fiasco de la lista cívica de la ANC deja huérfanos a miles de votantes que ahora se disputarán otras listas como Junts, Alhora o Aliança Catalana.

Uno de los campos de batalla de estas elecciones será el enfrentamiento entre los partidos procesistas y el independentismo indignado. Ante el temor a que Aliança Catalana arrastre al votante indepe, el entorno de Junts y la ANC ha iniciado la ofensiva contra Sílvia Orriols. Mientras, Clara Ponsatí y Jordi Graupera empiezan su andadura atacando a Junts con la esperanza de atraer el votante huérfano de la ANC.

Orriols, la alternativa contra el procesismo

Este fin de semana, un artículo de Andreu Barnils en Vilaweb, el medio afín a Junts y la ANC, reflexionaba sobre si Sílvia Orriols es fascista o de extrema derecha. Dirigentes procesistas como Lluís Llach aprovecharon para señalar a la líder de Aliança Catalana. Ella respondía que “mientras discernís si soy fascista o no, en Cataluña hay cien imanes salafistas predicando impunemente contra occidente”.

Montaje de fotos de primer plano de Carles Puigdemont y Sílvia Orriols, ambos con rostro medio sonriente

Al parecer, Orriols ha sabido dar en clave de la preocupación de muchos catalanes que quizás hasta hace poco ni se planteaban votar a un partido como Aliança Catalana. Las razones son varias. Una de ellas es la esperanza de recuperar la vía unilateral hacia la independencia, pero también el hartazgo de la inmigración descontrolada fomentada durante años por los partidos procesistas en el Govern.

La lista cívica de la ANC ofrecía una alternativa al votante descontento con ERC y Junts pero reacio a las posiciones extremistas de Aliança Catalana. Sin esta opción, y con las dudas que aún genera un proyecto en ciernes como Alhora, Aliança Catalana se perfila como la única alternativa para castigar a los partidos procesistas. De ahí que el aparato político-mediático del entorno de Junts haya iniciado una prudente ofensiva contra Sílvia Orriols.

Junts contra el PSC, Alhora contra Junts

Decimos prudente porque, de momento, Aliança Catalana no es su prioridad. Junts ha empezado la precampaña atacando al PSC, planteando así las elecciones como una batalla entre Salvador Illa y Carles Puigdemont. Lo hacen no solo porque las encuestas dan como favorito al socialista, sino también para diluir a ERC y apartar a Pere Aragonès de la carrera. 

La prudencia se basa también en el cálculo de la mayoría independentista que Puigdemont necesitará para ser investido presidente. Junts necesita marcar terreno ante la competencia de ERC, sobre todo, pero también de Alhora y Aliança Catalana. Al mismo tiempo, necesita hacerlo sin castigar en exceso a unos partidos que pueden acabar siendo sus aliados para recuperar la presidencia de la Generalitat.

Montaje con un primer plano de Clara Ponsatí y Carles Puigdemont

Junts se encontrará en esta campaña con la hostilidad de Clara Ponsatí, que inicia su precampaña acusándoles de no tener más proyecto que Carles Puigdemont. La exconsejera de Puigdemont arremete ahora contra su figura y tacha de “culebrón” las especulaciones sobre su retorno a Cataluña. La pugna entre ambos con Orriols en medio confirma el momento de división y desorientación en el que llega a estas elecciones el independentismo.

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