Feijóo abraza el ‘sanchismo’

Alberto Núñez Feijóo basó casi toda su campaña en “derogar el sanchismo”. Lo repitió muchísimas veces hasta que le empezaron a temblar las piernas en la recta final de la campaña electoral. Seguramente las encuestas internas ya pronosticaban el peligro que se asomaba en Génova: la suma de PP y Vox no era suficiente y debía cambiar de estrategia. Allí empezó a optar por tender la mano a Pedro Sánchez.

Primero, Feijóo simplemente le pedía al líder socialista que dejase gobernar la fuerza más votada. Pero más tarde la propuesta ya era ofrecer varios pactos de Estado para que el PSOE se abstuviera en una sesión de investidura. El acercamiento del candidato del PP hacia Pedro Sánchez podía ser incluso lógico viendo los resultados electorales, pero lo más sorprendente ha sido el giro total de Feijóo hacía el llamado ‘sanchismo’. Un ‘sanchismo’ que ya no quiere (ni puede) derogar, sino que ahora directamente ejerce.

El ‘sanchismo’ de Alberto Núñez Feijóo

Para poder superar la sesión de investidura de los próximos 26 y 27 de septiembre, Alberto Núñez Feijóo necesita 4 votos más de los que ya tiene asegurados. Conseguirlos es “prácticamente imposible” como aseguran desde Génova, pero el líder del PP está dispuesto a explorar todas las vías mínimamente posibles. Y estas son pactar con el PSOE, con el PNV o incluso con Junts per Catalunya.

Varios medios ya hablan de las concesiones que el PP está dispuesto a dar a los nacionalistas vascos para que permitan la investidura de Feijóo. Traspaso de las competencias en Seguridad Social, la gestión de los aeropuertos de Bilbao, Vitoria y San Sebastián o la ejecución del AVE en el País Vasco o también un nuevo cupo del concierto económico. Estas son algunas de las propuestas que se han conocido hasta ahora. El PNV sabe que los populares están sin opciones y, si al final dan su brazo a torcer, el precio que tendrá que pagar el PP no será bajo precisamente.

Pactar con el PSOE es algo poco menos que imposible. Es muy probable que Sánchez prefiera ir a nuevas elecciones antes que facilitar la investidura a Feijóo. Pero más allá de eso, si consiguiese el visto bueno de los socialistas, sería hasta cierto punto cómico que el PP pasase de querer derogar el sanchismo a ocupar la Moncloa gracias a él.

Por otro lado, el Partido Popular ya ha dicho que su única línea roja a la hora de negociar es Bildu. De este modo, Feijóo abre la puerta a hablar e incluso pactar con Esquerra y con Junts per Catalunya, con quien tiene previsto reunirse. Entre otras muchas cosas, el ‘sanchismo’ es depender de los independentistas para gobernar. Y es lo que parece dispuesto a hacer ahora mismo el líder del PP.

"Junts, igual que ERC, más allá de las acciones que cuatro, cinco o diez personas, representan a un partido cuya tradición y legalidad no está en duda”, afirmaba este miércoles el popular González Pons. Y aunque remarque que sus límites son los que marca la Constitución, el discurso empieza a tener tintes de ‘sanchismo’.