La expulsión de inmigrantes irregulares, la gran cuenta pendiente de la UE
El ataque terrorista islamista en Bélgica ha hecho que se enciendan todas las alarmas en Europa
Europa no tiene un problema encima de la mesa, tiene varios. Pero si alguna cuestión ha empezado a coger el estatus de ‘urgente’ en los últimos días en la UE, esta es la de la seguridad respecto a la amenaza de ataques islamistas. El asesinato de un profesor en Francia fue el primer aviso de lo que podía venir. Y la muerte de dos suecos en Bélgica a manos de un yihadista ha hecho saltar las alarmas en todo el continente.
Lo que sucedió en Francia y Bruselas ha abierto un debate que el buenismo lleva demasiado tiempo evitando, pero que tarde o temprano se tenía que abordar. Y es que Abdesalem Lassaoued, el asesino que terminó con la vida de dos ciudadanos de Suecia con su fusil, vivía en Bélgica de forma ilegal.
De hecho, este yihadista -que llegó en Lampedusa en 2011- vio como hasta tres países de Europa le denegaban el asilo. Había estado en prisión cuando vivió en Suecia, Italia emitió informes sobre su radicalización y Bélgica incluso lo sabía, pero esto no le impidió seguir viviendo en la Unión Europea.
Un caso parecido es el del autor del atentado contra el profesor francés. Mohammed Mogouchkov tendría que haber sido expulsado de Francia hace nueve años, pero la presión de varias asociaciones lo había evitado. De hecho, incluso había entrado en un programa de vigilancia tras mostrar signos de radicalización evidente, pero nada impidió que matara a un profesor a grito de ‘¡Alá es grande!’.
Órdenes de expulsión que no se ejecutan
La Unión Europea tiene un problema con las órdenes de expulsión de inmigrantes ilegales. La misma comisaria de Interior de la UE, Ylva Johansson, lo admite. Este año se han emitido 400 000 órdenes para echar de las fronteras europeas a inmigrantes sin papeles, pero tan solo se han ejecutado 65 000. Un 16,25%, una cifra más baja que en años anteriores.
Por este motivo, Ursula von der Leyen reconoció que se tiene que cambiar la legislación. La presidenta de la Comisión Europea admite que los países deberían tener más fácil expulsar a inmigrantes ilegales. “Necesitamos hacer mucho más. No nos podemos permitir 27 sistemas distintos para ejecutar retornos”, sentenciaba Johansson.
Sin duda, pues, se trata de la gran cuenta pendiente que tiene la UE encima de la mesa. Que no puede demorar más ante el actual contexto geopolítico mundial, en el que la amenaza yihadista está más presente que nunca en Europa.
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