Un experto desmonta en directo la pataleta de La Vanguardia con X
El usuario es libre de escoger y de ver los contenidos que quiera: ‘todo depende de los usuarios’
Es una de las noticias del día y probablemente del mes: el histórico diario La Vanguardia abandona la red social X. Según ha expuesto la cabecera, “esta red social se ha convertido en una plataforma en la que encuentran una caja de resonancia, las teorías de la conspiración y la desinformación”.
La dirección ha hecho coincidir esta decisión con el nombramiento de Elon Musk para dirigir el nuevo Departamento de Eficiencia del Gobierno. En este sentido, Musk se hizo famoso cuando, tras comprar Twitter, hizo despidos masivos dentro de la compañía. Y por otra parte, La Vanguardia acusa a Musk de potenciar el radicalismo a través del uso de bots.
Ahora bien, el diario no eliminirá la posibilidad de compartir sus noticias. Y tampoco prohibirá a sus redactores hacer publicidad de los contenidos. Algunas firmas destacadas, como Josep Martí Blanch, han señalado que seguirán haciendo publicaciones a título personal:
Esta decisión del periódico del Grupo Godó no es ni mucho menos original. Por el contrario, llega después de que otros medios de alcance mundial, como The Guardian, también se hayan retirado de X. Ahora bien, no todo es como el establishment mediático como lo quiere hacer ver.
El usuario es libre
Ante esta noticia, el periodista especializado en tecnología, Albert Cuesta, ha querido quitarle melodrama a esta decisión. En una intervención en Els Matins de TV3, Cuesta ha advertido a estos medios de que actúan de manera “presuntuosa”. El motivo es que tendrán que comprobar si de verdad son capaces de atraer público por otras vías.
En otro sentido, Cuesta también ha relativizado esta idea de que X es un nido de radicalismo y polarización. “Esto de que X es un lugar hostil no es verdad, todo depende de los usuarios”, dice Cuesta. De hecho, el periodista explica cuáles son las herramientas que la propia red social ofrece para “pacificar” tu perfil si así lo deseas:
Como explica Cuesta, el usuario es libre para escoger los usuarios que deja y deja de seguir. Del mismo modo, el usuario solo tiene que cambiar un ajuste muy simple para ver y leer los contenidos de los usuarios que sigue. Si no quiere, no hay ninguna razón para que el usuario tenga que ser víctima de un ejército de bots radicales.
Al margen de los detalles técnicos, la incógnita está en cómo afectará a largo plazo esta decisión empresarial. Porque si algo parece innegable es que la prensa tradicional está de capa caída, con cada vez menos influencia y dependiente de las subvenciones públicas.
Más noticias: