Plano medio de Laia Estrada hablando desde un escenario con una mano medio levantada y de fondo varios dirigentes de la CUP como Laure Vega o Xavi Pellicer con cara triste
POLÍTICA

Un exdiputado de la CUP da un repaso histórico y mete más presión a la cúpula

Albert Botran, de Poble Lliure, acusa a la dirección de los malos resultados y la falta de autocrítica

Los malos resultados de la CUP en las elecciones catalanas del 12 de mayo han desatado una guerra interna entre varios sectores. Uno de ellos es Poble Lliure, que hace solo unos días emitió un comunicado pidiendo un relevo en la cúpula para impulsar una nueva estrategia. En una entrevista en Vilaweb, el exdiputado en el Congreso Albert Botrán, perteneciente a Poble Lliure, hace una profunda crítica a la actual dirección y pide una refundación del partido.

La crítica de Albert Botrán llega después del comunicado de Poble Lliure y de otros dardos como el del grupo Por Un Independentismo de Combate (PUIC) o el del exdiputado en el Parlament Josep Busqueta. Sin embargo, la de Botrán es la más dura planteada hasta ahora. No solo acusa a la actual dirección de la crisis del partido, sino también de la falta de autocrítica que agrava aún más la situación.

Albert Botran ve “preocupante que ERC se pegue un batacazo histórico y nosotros no lo aprovechemos”, y dice que “es algo que tiene que preocupar a cualquier persona de la CUP”. Dice que en la CUP “hemos ido perdiendo la utilidad que la gente nos daba” y “se nos ha visto como un actor que no aportaba muchos cambios”.

Pide autocrítica y responsabilidades

Pero además pide autocrítica: “Salir y decir que somos víctimas de una oleada reaccionaria o que la gente de desengaña de las izquierdas porque ERC no hace políticas de izquierdas es mostrar solo una parte de la fotografía”. Botran recuerda que “nosotros somos parte, no un decorado”, y por eso exige “asumir responsabilidades”.

El exdiputado cree que lo que tiene que hacer la CUP es preguntarse “qué se podría haber hecho diferente porque todo eso no fuera mal”. Acusa a la dirección de no haber hecho suficiente para cambiar las cosas, y de haberse implicado realmente con la independencia. Sobre la dimisión de líderes, pide responsabilidades y cree que también hay que cambiar los liderazgos en ERC (Oriol Junqueras) y Junts (Carles Puigdemont).

Tomar decisiones valientes

Aun así, Botran confía en el proceso de refundación que inició hace meses la CUP, y que “si todo va bien tiene que ensanchar el espacio, incorporar nuevas caras y superar las limitaciones de discurso y proyección”. Pone como ejemplo el modelo de Guanyem Girona, con Lluc Salellas al frente. Destaca su ambición, no convencerse con la crítica al resto de fuerzas sino querer ser el centro de la vida política.

En un alegato final, Botran afirma que “la CUP debe tomarse seriamente la refundación” y que “no basta con ir tirano y atribuir todas las carencias al hecho de que la situación no nos acompaña”. Un problema de la CUP, dice, es que “siempre va mirando por el retrovisor quién la critica diciéndole reformista”. Cree que hay que ser valientes para “tener claro donde quieres ir y tomar decisiones sin miedo a perder las esencias o quedar absorbidos por el sistema”.

La crítica de Albert Botran reaviva el enfrentamiento entre las dos almas de la CUP, la socialista (Endavant) y la independentista (Poble Lliure). En Poble Lliure consideran que la organización lleva demasiado tiempo secuestrada por Endavant, y que por eso se ha abandonado la implicación con la independencia. Creen que ha llegado el momento de cambiar para acabar con el sectarismo, ampliar la base y volver a enganchar a la gente.

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