Un exconseller de Puigdemont admite que el 1 de octubre fue un engaño

“El referéndum del 1 de octubre será oficial y vinculante porque el Govern aplicará el resultado”. Así se dirigía Carles Puigdemont a los catalanes semanas antes del 1-O del 2017. El president de la Generalitat y todos sus consellers agitaban de esta forma a los suyos. Y lo hicieron conscientes de que estaban engañando al personal, incluidos sus propios votantes independentistas.

Así lo ha admitido el que fuera conseller de Empresa del Govern de Puigdemont en el año 2017. En una entrevista a la Cadena SER, Santi Vila ha explicado que todo el Ejecutivo catalán sabía que la votación del 1 de octubre no tendría validez “política, jurídica ni administrativa”. Bueno, lo sabían “todos, menos Clara Ponsatí”, ha comentado entre risas.

En esta entrevista a la radio del Grupo Prisa, Santi Vila ha admitido el engaño al que sometieron a sus propios fieles. El exconseller no ha querido calificarlo de “farol”, porque esto “podría resultar insultante para los que noblemente” se creían las palabras que les transmitía su gobierno. Pero su explicación viene a decir precisamente eso, que iban de farol y que engañaron hasta a los suyos.

Para Vila, la intención era “acumular un gran capital cívico” y hacer una “gran movilización política” con el objetivo de “exhibir músculo y fuerza” para “forzar reformas”. De hecho, según el exconseller, unos meses antes del referéndum, el Govern hizo una oferta al Gobierno de Mariano Rajoy. Esta consistía en renunciar a la unilateralidad a cambio de varias reformas, principalmente fiscales.

La propuesta a la que hace referencia Santi Vila estaba avalada por el propio Puigdemont e incluso por Artur Mas. “Si el Estado hubiera reparado todos los incumplimientos, habríamos matado al perro y habríamos matado la rabia”, asegura. De esta forma, el exconseller señala a Soraya Sáez de Santamaría y al ejecutivo de Rajoy como culpables de que la cuestión no se hubiese solucionado en aquel momento. Estábamos en marzo de 2017.

Así pues, según su relato, Rajoy se negó a aceptar la propuesta avalada por Puigdemont. Y este optó por seguir engañando a sus votantes y poniéndoles a los pies del caballo el 1 de octubre. 

No es la primera vez que miembros de aquel Govern cuentan que lo del 1-O fue un farol. En el juicio, todos los miembros del Ejecutivo catalán también dijeron ante el juez que aquello no iba en serio. Pero eso no les sirvió para eludir la prisión, aunque después fuesen indultados por Pedro Sánchez.

Con estas palabras, Santi Vila viene a confirmar lo que es ya hace tiempo que es una evidencia. Carles Puigdemont, Oriol Junqueras y compañía forzaron la máquina con consecuencias fatales para Cataluña y los catalanes. Pero es que, además, lo hicieron a costa de engañar a una base independentista que se creyó su relato. Un farol que no aportó nada de positivo, más allá de que estos mismos partidos procesistas que mintieron en el 2017 siguen manteniendo cuotas de poder pasados seis años.