
La CUP toma su propio veneno: un excandidato llama a la rebelión interna con insultos
Santi Aranya dice avergonzarse de haber formado parte del partido y les llama 'mierda'
Sigue la guerra dentro de la CUP entre el sector institucional y los sectores radicales por las políticas de vivienda. El Sindicat de l’Habitatge Socialista de Catalunya, vinculado a una escisión izquierdista de la CUP, ha llamado a la movilización para parar un desahucio en Gerona. Culpan del desalojo al gobierno municipal encabezado por los cupaires, a quienes llaman “difamadores” y “cómplices” de la especulación.

Desde este sindicato piden “plantar cara a alcaldes que utilizan la vivienda como simple propaganda electoral”. Acusan a la CUP de “asimilar el auge reaccionario” y “atacar al sindicalismo de la vivienda”.
Uno de los que se ha sumado al llamamiento del sindicato es Santi Aranya, que formó parte de las listas de la CUP en Barcelona en las pasadas elecciones municipales. Ha dicho sentir "vergüenza" de haber militado en la CUP, y les ha llamado "mierda".
Santi Aranya fue de número cinco en las listas de Barcelona que encabezaban Basha Changue y Adriana Llena. Ha sido también uno de los principales líderes del movimiento prookupacion en la ciudad condal. Forma parte de estos sectores radicales que los cupaires han alimentado durante años y que ahora se les giran en contra.
Víctima de su propia contradicción
La CUP se consume así en su propia contradicción, consistente en intentar un giro institucional después de haber alimentado a los sectores prookupación. La fractura interna ahonda en la crisis de la organización, hundida cada vez más las encuestas e incapaz de encontrar una salida.
Tras un ciclo electoral dramático, la CUP perdió buena parte de su poder territorial, su presencia en el Congreso y la mitad de los diputados en el Parlament. Inició entonces un proceso de renovación que culminó con un giro pragmático. Este consiste en asumir un perfil más institucional para transmitir a los ciudadanos la sensación de que es un partido útil.
Pero esto ha generado también una enorme tensión con los sectores radicales que han engrosado durante años las filas de la CUP. Un militante le pide "prudencia" a Santi Aranya y describe al sindicato de la vivienda como "jóvenes tóxicos sin experiencia que quieren hacerse un hueco".
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